Tuxtla Gutiérrez / Abril 19.-
El arzobispo Rogelio Cabrera López pidió a la sociedad abrir su corazón a Dios, para superar los problemas sociales, como la inseguridad y seguir el ejemplo de servicio del Papa Juan Pablo II.
Acompañado de su obispo auxiliar, José Luis Mendoza Corzo, y del arzobispo emérito de Acapulco, Felipe Aguirre Franco, pidió a los fieles ser pueblo de reyes, valores, amor, misericordia, solidaridad y corresponsabilidad.
Cabrera López presidió la misa de bendición de los santos óleos y crismas, que fueron enviados a todas las parroquias donde los sacerdotes renovaron su compromiso de fe y servicio a la Iglesia Católica.
Los santos óleos que evocan una historia de salvación, de finos aromas, son fruto de la aceituna y de la oliva y serán aplicados a los enfermos, para que sientan alivio en sus enfermedades y dolores, en tanto el óleo de los catecúmenos dignificará a los bautizados.
Además, el crisma que será utilizado en los sacramentos del bautismo, confirmación y orden sacerdotal, para que quienes sean ungidos se reconozcan como discípulos y misioneros de Cristo.
A los sacerdotes les demandó abrir su corazón, apreciar ese don con gran reciprocidad, aliviar el dolor humano que golpea a mucha gente, ser misioneros de la alegría del espíritu, y tocar lo profundo del ser humano.
Cabrera López resaltó que todo ministerio tiene muchas cargas y dificultades y señaló que el pueblo espera de todos que no haya resentimientos ni rencores.
Asimismo, encomendó al pueblo el presbiterio para lograr buenos sacerdotes que no tengan miedo al servicio, a seguir el ejemplo de Juan Pablo II y a ser santos, alegres y atrevidos.
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