Monterrey, N.L. / Diciembre 19.-
La gente que acude a visitar los objetos personales de Juan Pablo II le está atribuyendo “eventos fuera de lo normal”, llegan a esta ciudad personas con enfermedades y se van aliviados, contó a El Universal, Guillermo Mac Lean, director de la “Fundación Villacero”.
La Exposición de 150 objetos del ya fallecido Papa ha sido visitada por aproximadamente 100 mil personas del noreste del país, provenientes de la región de Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León y San Luis Potosí e incluso del sur de Texas.
Desde el pasado 24 de abril, se exhiben objetos personales del Papa Juan Pablo II, como su Biblia personal, su sotana, la casulla, sus rosarios, tazas, paraguas, lentes de sol y su bicicleta, entre otros.
La exposición estaba programada para concluir en junio del presente año, pero debido a la demanda se alargó y ahora se gestionó ante el Vaticano para que los objetos personales del Papa Juan Pablo II se queden hasta marzo del 2011.
Los fieles están llegando desde todas partes del país, destacó Guillermo Mac Lean. Mencionó que han tenido solicitudes para apoyar a pobladores de regiones como Ciudad Mier, un municipio de Tamaulipas que ha sido afectado por la violencia del narcotráfico.
“Hay gente que se ha dormido con un sueño profundo frente a los objetos del Papa, y al llamar a la enfermería para que la atiendan nos cuentan que sintieron una paz interior que la relajó al extremo del sueño”, agregó Mac Lean.
Abundó que hay muchas historias de gente que le atribuye milagros a los objetos de Juan Pablo II.
“Personas que llegan se sienten conmovidas y emocionadas al grado que derraman lágrimas. Dicen que sienten la presencia de Juan Pablo II”, afirmó.
Contó el caso de una mujer que llegó con una enfermedad crónica en un brazo. Durante su recorrido acercó su brazo ante la réplica de la mano de bronce de Juan Pablo, el único objeto que se puede tocar, y rezó para pedir al Papa que le ayudara a sanar.
Días después la mujer regresó para agradecer al Papa Juan Pablo II “porque se alivió del problema que tenía”, dijo Mac Lean.
Otro milagro atribuido a Juan Pablo sucedió cuando visitó por segunda ocasión la ciudad de Monterrey.
En esa época la madre de un bebé que los médicos pronosticaban una enfermedad incurable acudió a la misa que presidió el Papa en el Río Santa Catarina y “con toda la fe del mundo” le solicitó un milagro para su bebé.
Recientemente la madre acudió a la exposición para agradecer a Juan Pablo II que su bebé sigue con vida y su enfermedad ha desaparecido.
“La muestra está generando una serie de eventos fuera de lo normal, producto de la fe”, concluyó Mac Lean.
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