Quienes acepten ser candidatos a la diputación federal en 2009, sobre todo por PRI y PAN, se estarían jugando el albur más importante de su vida; en lo político y en lo económico.
Se estarían jugando la presidencia municipal para 2010 y, según datos conservadores de quienes han participado en elecciones anteriores, una bolsa de por lo menos 1 millón y medio de dólares (que sería el costo de la campaña).
En el Distrito 02, que corresponde a Reynosa, el Partido Acción Nacional ha hilvanado tres victorias consecutivas desde el año 2000 pero en el escenario actual eso no le garantiza absolutamente nada.
En el otro lado de la moneda, el PRI logró una auténtica hazaña el 11 de noviembre anterior, pero eso tampoco le garantiza nada.
Cada día cobra más fuerza el análisis de que, por lo menos en Tamaulipas, la elección del próximo año será producto de una negociación en el más alto nivel ejecutivo y los resultados tendrán que dejar satisfechas tanto a las huestes estatales como a las nacionales.
De acuerdo con éste análisis se pronostica que PRI y PAN se repartirán las ocho diputaciones
–en juego– exactamente al 50 por ciento.
Los expertos que escudriñan el comportamiento político-partidista se sustentan en los resultados de elecciones recientes donde ha prevalecido la idea de que estos dos partidos han formalizado alianzas subterráneas para obtener determinado propósito.
Hay quienes tienen la certeza que un ‘empujoncito’ del PRI tamaulipeco contribuyó –en el Estado– al éxito de Felipe Calderón; aunque ello pudo implicar el derrumbe de diversos proyectos distritales entre estos el del Distrito 02.
La situación fue distinta en 2007. El PRI tamaulipeco se llevó toda la gloria y, hay quienes aseguran que esa fue una satisfacción que le otorgó el PAN nacional para corresponder a su cortesía de 2006.
El año 2009 tiene implicaciones muy especiales.
Es, digamos, la elección del equilibrio.
Tan importante para el PRI Tamaulipas, por la sucesión de 2010, como para el PAN nacional por el control que requiere en el Congreso Federal.
Optarán, seguramente, por una distribución equitativa. Si hay ocho posiciones en juego cada uno se quedará con cuatro.
Aquí es donde sobreviene la incertidumbre para los aspirantes porque muchos de ellos sólo aspiran a esa posición para buscar, desde ahí, la alcaldía en 2010.
Aun si se procediera una negociación, la gran interrogante será: ¿qué distritos serán sacrificados?
Será terrible para los candidatos hacer campaña con la duda constante y sistemáticamente se preguntarán si tendrán la oportunidad de recuperar el millón y medio de dólares que, se calcula, costará la campaña.
Si en Reynosa algunos candidatos del PRI que se han sentido ganadores por adelantado han tenido que lamerse las heridas de la derrota imaginen ustedes cómo se desenvolverán los candidatos de ambos partidos sabedores de que este Distrito puede ser de los negociados.
Cada día, los candidatos del PRI y PAN iniciarán la jornada y buscarán el voto a sabiendas que el voto decisivo ha sido depositado y validado con mucha anticipación.
Cada día de campaña se les irá entre los dedos, también, un poco de la presidencia municipal.
Por eso será el albur de su vida.
¿Quién tiene, pues, un millón y medio de dólares que le sobre?
EL FINAL
Todo indica que nada detendrá el Muro Fronterizo; Washington no atenderá el reclamo de los alcaldes fronterizos del Valle de Texas por una sencilla razón: la mayoría de ellos son de origen hispano. El ‘mal’ que ellos quieren combatir.
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