Torreón, Coah. / Agosto 1.-
Pocos equipos logran, al inicio de una temporada, mostrarse con la fuerza y voracidad con la que Santos ha arrancado el Apertura. El equipo de Rubén Omar Romano es una aplanadora en la cancha y este sábado le pasó por encima a unos Pumas que tendrán que replantear lo sucedido en las dos primeras jornadas para llegar a la justa media.
El equipo de Torreón humilló a los universitarios con un escandaloso 4-0, con el ecuatoriano Christian Benítez como la principal figura de la escuadra de La Comarca, con dos anotaciones, aunque la primera le fue cargada a pesar de ser un claro autogol del meta felino Sergio Bernal.
Los Pumas no recibían cuatro goles desde el juego de vuelta de las semifinales del Apertura 2007, precisamente ante Santos (4-2), pero en el antiguo estadio Corona. En dicha ocasión, el triunfo no le alcanzó a los Guerreros para acceder a la final por el global y a los auriazules los dirigía Ricardo Ferretti, un especialista en la defensa y maestro de Guillermo Vázquez, a quien todavía le hace falta poner en práctica parte de lo aprendido.
El conjunto local se fue al frente en el marcador en una extraña jugada, apenas unos minutos después de que Juan Carlos Cacho desperdiciara una clara oportunidad ante el marco de Oswaldo Sánchez. Santos marcó el 1-0 en acción de varios rebotes luego de un tiro de esquina. La zaga felina se hizo un lío en la línea de meta y el balón terminó en el fondo de las redes tras un taquito de Palacios que pegó en el pecho de Bernal, al 26’. Todo un papelón de los defensas felinos.
La desventaja, y la forma en que se produjo, no pegó en el ánimo de los universitarios, quienes apelando a lo hecho ante el Toluca en la primera jornada, se tranquilizaron y buscaron la igualada. Estuvieron cerca de conseguirlo, pero ni Cacho, ni Francisco Palencia estuvieron finos ante la meta rival.
El partido se terminó de romper en favor de los laguneros pasados los 50 minutos de juego, cuando el silbante José Alfredo Peñaloza marcó penalti en favor de los de casa y, ligero de tarjetas, expulsó a Palencia para dejar a la visita con diez hombres.
Juan Pablo Rodríguez (50’) fue el encargado de cobrar desde el manchón y poner los cartones 2-0, con la locura total en las tribunas y la afición guerrera desbordada con su equipo.
Benítez marcó el tercer tanto albiverde a los 56 minutos de acción, tras una mala salida de Bernal a servicio de Iván Estrada. El meta felino echó confianza a la llegada de Verón y encogió los brazos cuando pudo tomar el esférico, que rebasó a portero y defensa hasta llegar al encuentro con el ecuatoriano, quien sólo empujó para salir a festejar.
Con los visitantes totalmente muertos en ánimo y físico, Oribe Peralta puso el lapidario 4-0 al 84’, para cerrar la humillación y consolidar el liderato santista.
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