Nuevo Laredo, Tamps. / Julio 24.-
Cerca de 500 hectáreas de siembras de sorgo y maíz, ubicadas en los municipios colindantes de Nuevo Laredo, Tamaulipas, Anáhuac, Nuevo León y Sabinas, Coahuila, se perdieron por los efectos de las inundaciones ocasionadas por el desbordamiento del río Salado, que recibió descargas de más de mil metros cúbicos por segundo de la presa Venustiano Carranza.
Miles de toneladas de sorgo forrajero, sorgo grano y maíz se perdieron bajo dos metros de agua, por lo que las tierras quedaron improductivas, informó Enrique Garza Flores, productor agrícola.
Solicitó la intervención del gobernador Eugenio Hernández Flores para que pida a su vez al gobierno federal que se declare zona de desastre esta región, y puedan llegar los apoyos por medio del Procampo y otros programas de apoyo a los productores de la región.
“Nos reunimos para ver la manera en que deberán llegar los apoyos del gobierno federal, porque el agua y la corriente arrasó con las corraleras, cercas, canales y la producción de granos”.
Dijo que para que los apoyos les lleguen, la Sagarpa pidió fotografías de las áreas afectadas, que en su conjunto comprenden más de 500 hectáreas de los municipios mencionados, aunque dijo que son más, ya que algunos productores no son socios de la agrupación.
Hasta el momento, la respuesta de las autoridades federales no ha llegado, lo que mantiene en la incertidumbre a los productores, ya que cada año sufren las inclemencias de la naturaleza en forma de heladas, sequías, lluvias torrenciales y granizadas, lo que los mantiene en una situación de indefensión, ya que los apoyos siempre les llegan tarde.
Recalcó que no sólo los productores del campo viven en la incertidumbre, ya que unos 54 ranchos ubicados en los linderos del río Salado también fueron afectados, lo que provocó la mortandad de miles de reses y la pérdida de forraje en las praderas, por lo que de no recibir la ayuda, el hambre pudiera acabar con las pocas reses que aún les quedan.
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