México, D.F. / Julio 17.-
Desde su elección, en 2004, como sede de los Juegos Centroamericanos la ciudad de Mayagüez, Puerto Rico, ha enfrentado un sinuoso camino de cara al inicio de las competencias.
Falta de recursos, retrasos en las instalaciones, problemas internos en la organización y hasta el rechazo de la Concacaf para las competencias de futbol, fueron apenas algunas trabas con las que se topó la ciudad puertorriqueña en los primeros meses, tras su victoria en la Asamblea General de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe).
Pero parece que la tempestad ya es historia, por lo que el presidente del comité organizador de los JCC, Felipe Pérez Grajales, augura una celebración deportiva que callará muchas bocas y además lanza un reto para Veracruz, sede de la justa regional para 2014.
“La organización va a ser mucho mejor que la de Ponce en 1993. Somos un país más fuerte y hemos preparado cada detalle. Se dispusieron más de 420 millones de dólares para que todo sea perfecto y se lleven un gran recuerdo de un país que recibirá a todos los visitantes con los brazos abiertos. Para Veracruz será difícil superarnos cuando les toque ser anfitriones”, dijo.
La espera para albergar por tercera vez una justa regional fue larga, de 17 años. Los anfitriones están listos para el banderazo de salida, que para ellos significa también la posibilidad de buscar la cima en el medallero por primera vez en 18 participaciones.
“Los Juegos tienen por objetivo brindar desde Mayagüez una visión de armonía deportiva. Queremos ser los mejores anfitriones y por su puesto, también buscamos que Puerto Rico consiga el mejor resultado de su historia en cuanto a número de medallas se refiere”, añadió Pérez.
La isla se ha colocado seis ocasiones en el tercer lugar del medallero. Siendo anfitriones tuvieron su mejor cosecha en 1966, cuando sumaron 27 medallas áureas.
“Es nuestra oportunidad de ofrecerle a los puertorriqueños deporte de la mejor calidad. Queremos que sea un espectáculo para el pueblo, por lo que también hemos dispuesto que los precios del boletaje sean accesibles”, indicó.
La ausencia de Cuba, uno de los gigantes del área, es, sin duda, uno de los golpes más fuertes para el comité organizador. Medios de comunicación y algunos atletas han demeritado el nivel de las competencias por la falta de los isleños, siempre referentes en casi todas las disciplinas.
Aún así, hay confianza en mostrar una alta competitividad, principalmente entre las tres naciones más fuertes de la zona: México, Venezuela y Colombia.
“Desde hace meses he tenido reuniones semanales con la gente del departamento gerencial, mercadeo, logística, el área médica para cumplir las metas. Puerto Rico dejará un mensaje de paz y un gran reto para la próxima sede centroamericana, que es el estado de Veracruz. No será fácil superar la calidez de nuestra gente y el empeño que pondremos a los Juegos. Hemos vivido algunas dificultades pero ya son parte del pasado”, insistió.
De 32 competencias, 16 serán de entrada gratuita para el público y en los restantes deportes, los precios varían de los 10 dólares a los 25.
Las instalaciones deportivas así como las subsedes están listas al igual de los más de 8 mil voluntarios. Desde marzo pasado, los boletos ya están a la venta.
A partir de este sábado las dudas con respecto del potencial de organización en Mayagüez se aclararán o se confirmarán. La flama centroamericana hará su entrada al estadio Atlético Centroamericano y del Caribe, y se encenderá el pebetero que inaugurará los XXI Juegos Centroamericanos, en los que México es favorito.
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