México, D.F. / Julio 14.-
De manera legal o ilegal, mexicanos de Reynosa, Matamoros o Monterrey huyen hacia el otro lado, al valle de Texas, para escapar de la violencia.
Mier, Camargo, Miguel Alemán y Nueva Ciudad Guerrero son comunidades fantasma en México. Ahí los negocios han cerrado y predominan las casas abandonadas.
No hay cifras oficiales sobre este desplazamiento humano hacia el norte del río Bravo. Los únicos que han logrado hacer un cálculo somero son los corredores inmobiliarios.
Víctor Castillo, de la Cámara de Comercio de McAllen, dice que por datos de los afiliados, 400 familias de mexicanos llegaron a vivir en los últimos seis meses a ciudades, como Mission, Edinburg y McAllen. Según estos cálculos, a diario dos familias mexicanas han comprado o rentado alguna casa en esta región estadounidense.
En San Antonio, por ejemplo, mexicanos ricos con visa de empresarios van con Pepa Thomas, agente de la empresa RE/MAX, y buscan casas con valor superior a 250 mil dólares.
Los pobres pasan la frontera con visa o sin ella. Organizaciones de ayuda a migrantes, como Unión del Pueblo Entero, en el sur texano, que renta viviendas en dos unidades habitacionales de su propiedad, cuyo costo va de los 200 hasta los 600 dólares al mes, señalan que a principios de 2009 tenía 20% de las casas vacías, pero en diciembre, “se llenaron todas”.
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