México, D.F. / Julio 9.-
Cuando están a punto de cumplirse los dos meses de secuestro del influyente político mexicano, Diego Fernández de Cevallos, parece que el principal escollo para su liberación se encuentra en la cifra por su rescate, según información del portal español El Mundo.
El caso que mantiene consternada a la clase política mexicana, soprendida a la sociedad y en jaque al Gobierno, permanece rodeado de misterio desde que el conocido como ‘jefe Diego’ desapareciera el 14 de mayo pasado.
Cerrado el grifo de la información oficial, la crónica se alimenta de los escasos detalles que logran publicar algunos medios. El último, este viernes, en ‘La Jornada’, la familia del ex candidato presidencial del PAN y los secuestradores se han intercambiado al menos siete escritos durante lo que va de negociación sin alcanzar un acuerdo respecto a la cantidad de dinero a pagar.
El diario cita fuentes del gobierno federal y cercanas al político para desvelar que desde que la Fiscalía accedió a obedecer a la familia y suspendió su búsqueda, es un abogado, Antonio Lozano Gracia, quien coordina la negociación y envía informes escritos de los avances a las autoridades mexicanas.
Según esos informes, tras la difusión en internet de la foto de Cevallos secuestrado, la única ‘prueba de vida’ recibida por la familia ha sido una llamada realizada el pasado 19 de junio durante la que, supuestamente, el hijo mayor pudo hablar directamente con el político.
Hace casi dos semanas, Guillermo Tamborrell, senador del PAN, el mismo partido de quien fue también presidente del Senado y diputado, aseguraba que Cevallos se encontraba con vida y que la familia estaba a punto de cerrar las condiciones de su liberación.
¿50 millones de dólares?
Algunos rumores sin confirmar cifran desde hace semanas la cantidad exigida a cambio de su libertad en 50 millones de dólares. ‘La Jornada’ cuenta este viernes que sus captores han accedido al menos en dos ocasiones a reducir esa cifra, aunque no se ha dado a conocer el monto en torno al que se sigue negociando.
El cambio en el sistema de comunicación, de las llamadas al intercambio epistolar, entre la familia y los secuestradores confirmaría otro de los rumores que han alimentado la leyenda que rodea al cautiverio de Fernández de Cevallos.
Se dice que tras la primera llamada telefónica descubrieron que la policía había ido a tomar huellas del teléfono público donde se localizó su origen y que entonces comenzaron a comunicarse con la familia mediante mensajes que dejaban en una iglesia de Guanajuato.
Autoridades que participan en las pesquisas consideran, según el citado diario, que el grupo delictivo que tiene en su poder al político panista opera en la zona del Bajío desde hace por lo menos dos décadas. Se considera que su ‘modus operandi’ estaría relacionado con más de 40 secuestros de alto impacto entre industriales y empresarios, que no trascendieron de manera pública.
De momento, lo único seguro es que la última vez que se vio al ‘jefe Diego’ con vida iba camino de su rancho en Querétaro. Allí encontraron su coche abandonado el 14 de mayo junto a los restos de sangre, que se corresponden con el mismo grupo del político, y las tijeras que sus captores usaron, supuestamente para extirparle un chip que llevaba bajo la piel para poder ser localizado.
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