Miami, Fla. / Junio 20.-
El peor derrame de crudo en la historia de Estados Unidos cumple hoy dos meses sin esperanza de que sea frenado en el corto plazo, por lo cual, residentes de la costa del Golfo de México se preparan para recibir más petróleo en sus playas.
Unas 70 bolas de alquitrán (chapopote) fueron vistas este fin de semana en Panama City, Florida, el punto más al este del país que el derrame de crudo ha alcanzado hasta el momento.
Pero las playas permanecían abiertas luego de que equipos de limpieza retiraron las bolas de alquitrán y las autoridades se apresuraron a decir que la zona turística está limpia de crudo y abierta a los paseantes.
La industria turística de Florida, que genera 60 mil millones de dólares al año, es de las más amenazadas por la marea negra que surgió el pasado 20 de abril frente a costas de Louisiana con la explosión y hundimiento dos días después de la plataforma Deepwater Horizon.
El avance de la marea negra ha puesto en jaque al rico y frágil ecosistema del litoral del Golfo y al menos 28 zonas claves, desde el Puerto Arturo, en la frontera entre Louisiana y Texas, hasta Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida, se encuentran amenazados.
Peces, mariscos y aves, así como manglares, esteros y pantanos, vitales para el desarrollo de las más variada fauna marina, se encuentran amenazadas en la superficie.
La zona de Apalachicola Bay, en la costa noroeste de Florida, por ejemplo, es hábitat de mil 162 especies de plantas, 308 especies de aves, 186 de peces y 57 de mamíferos marinos y reptiles, lo que la hace una de las más variadas de Norteamérica.
En Grand Bay, Alabama, la reserva es biológicamente variada y está clasificada entre las grandes reservas naturales del mundo, porque ahí se encuentran varias especies de plantas y animales en peligro de extinción.
Pero los expertos estadunidenses creen que el daño no sólo será en la superficie marina, sino también bajo ella, debido a que se ha confirmado la formación de grandes columnas de crudo en el lecho del Golfo de México.
Ahí existe un mundo oscuro y rico en formas de vida, muchas de ellas alimentadas por gases y petróleo que salen de fisuras del suelo marino.
Gran parte de este mundo marino era desconocido hasta el comienzo de la exploración con mini-submarinos a grandes profundidades a principios de la década de 1990.
Desde entonces se ha documentado la existencia de docenas de comunidades de gusanos en forma de tubo que absorben hidrocarburos, mejillones gigantes y almejas agrupadas alrededor de las fisuras marinas, así como corales y otras especies que viven a gran profundidad.
James Cowan, oceanógrafo de la Universidad Estatal de Louisiana, opinó que el desequilibrio que creará el petróleo tendrá un efecto negativo en esas especies y, por ejemplo, podría “asfixiar” a los corales.
Otro problema, según los expertos, es que aún no se sabe que efecto tendrán los dispersantes químicos que está utilizando British Petroleum (BP), la empresa británica responsable del derrame, para dispersar el crudo.
Para minimizar el impacto ambiental BP informó que captura unos 24 mil barriles de petróleo al día de los entre 35 mil y 60 mil barriles diarios que la Guardia Costera de Estados Unidos dice que se derraman del pozo.
En consecuencia, BP excava un pozo de alivio con el que espera que se reduzca la presión de la filtración, deteniendo así su flujo, pero eso no estará listo sino hasta agosto próximo.
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