Aunque su rostro denota emoción, Enrique Peña Nieto, se resiste, una y otra vez, a admitir que su corazón y su pensamiento están puestos en la silla presidencial.
El sábado fue arropado por Rodolfo, quien, junto con su equipo de campaña, le armaron un buen show en el centro de convenciones en Tampico, hasta le pusieron vallas metálicas que el doctor se resiste a usar, pero que por alguna razón concedió que las colocaran en el precierre.
Peña Nieto anda en precampaña y para evitar que lo acusen de actos anticipados ante las autoridades electorales se da sus vueltecitas, fuera de horario de trabajo, por los Estados que tendrán elecciones este año, para irle midiendo el nivel a su popularidad.
Y puede sentirse satisfecho en Tamaulipas le va bien, la gente le grita, a su novia le chiflan, y todos quieren tomarse una foto con ellos.
Sin embargo, el gobernador mexiquense prefiere irse por la orillita y no admitir públicamente que sí quiere ser el candidato priista en 2012, no vaya a cebársele la aspiración.
Durante la rueda de prensa sostuvo sus palabras de que el PRI podrá llegar de nuevo a Los Pinos, si mantiene la unidad.
Estuvo accesible, pero con respuestas aprendidas, lógicas en su posición como gobernador, aceptando un trato preferencial, sentándose a lado del que sí es candidato.
Y Rodolfo disfruta su proceso electoral, se le ve tranquilo, sonriente y hasta bailador.
Los guaruras de Peña Nieto, le sacan varios centímetros de estatura a su jefe, son altos, esmerados en su arreglo, discretos y educados, pareciera que ya cuidan a un candidato presidencial.
Y Peña Nieto se deja querer.
Aunque hubo opiniones de algunas asistentes a la rueda de prensa quienes coincidieron en decir que Eugenio es más guapo que Peña Nieto.
Por cierto, el aspirante presidencial tampoco quiso comprometerse ante la pregunta de que si llega a ser candidato y luego presidente, incluirá a Geño en su equipo de trabajo.
MARTÍNEZ Y MARTÍNEZ
El doctor Felipe Garza Narváez estuvo como anfitrión de Enrique Martínez y Martínez, ex gobernador coahuilense, ahora convertido en delegado del PRI en el Estado de México.
Estaban en primera fila en un casi abarrotado Centro de Convenciones, ruidoso, como en los buenos tiempos del tricolor.
Al ex gobernador se le rejuvenecido, ya no tiene la actitud altiva de cuando era mandatario en Coahuila, hasta saluda de beso.
Y el doctor Garza Narváez estaba muy contento, después de todo él ha vivido de manera directa los tiempos buenos y malos del priismo nacional.
¿QUIÉN SERÁ EL TERCERO?
Existe la creencia de que las muertes se suceden de tres en tres, el escritor José Saramago murió un día antes que Carlos Monsiváis, el portugués se fue y dejó un vacío enorme, luego Carlos Monsiváis nos deja sin sus reflexiones inteligentes y cuestionamientos lapidarios.
Fue un fin de semana triste.
A Monsiváis lo conocí hace muchos años en Nuevo Laredo, lo entrevisté en la oficina de la señora Ninfa Deándar, en el periódico El Mañana, cuando este medio organizaba ciclos anuales de conferencias con personajes renombrados.
Luego lo volví a ver en San Antonio, Texas y lo volví a entrevistar, ahora a propósito de la intención de congresistas mexicanos que querían prohibir los corridos.
Monsiváis dijo en ese entonces que los niños, a quienes se trataba supuestamente de proteger, sabían distinguir entre lo que contaban los corridos y la realidad. Que le parecía ridícula la intención de prohibirlos en las estaciones de radio.
Él tenía razón, han pasado nueve años de esa entrevista y no los prohibieron.
En una tercera ocasión lo vi aquí en Ciudad Victoria, vino a la UAT por invitación de su amigo, el mantense Juan Marcos González López, quien le sugirió hablara de academia e investigación, a lo que le dijo que él no sabía nada de eso, y entonces Juan Marcos le dijo,” habla de lo que se te pegue la gana”, a lo que él le contestó, “de eso sí sé” y se arrancó en una conferencia que disfruté mucho.
Fiel a su amigo, Juan Marcos fue a acompañarlo a la Ciudad de México para despedirlo.
Si la creencia popular es cierta, ¿quién seguirá a Saramago y a Monsiváis en su trayecto al más allá?
ERIC BALDERAS
Se preguntará quién es Eric Balderas.
Eric es la excepción que confirma la regla: Es indocumentado en Estados Unidos desde los cuatro años, hoy tiene 19. Es oriundo de Ciudad Acuña, Coahuila y es un estudiante excepcional en Harvard. Iba a ser deportado, pero apeló a un proyecto de ley, llamado Dream Act, que si se aprueba impedirá la deportación de los jóvenes que hayan ingresado a Estados Unidos como indocumentados antes de los 16 años.
Ahora Eric trabaja en lograr la aprobación de esa ley, ya que miles de jóvenes estudiantes están en la misma situación de peligro de deportación.
A Eric le favoreció el apoyo de un congresista estadounidense, y sobre todo sus buenas calificaciones. Su caso es de esperanza, ante la insistencia de Arizona de deportar a todos los indocumentados.
Correo electrónico: derrotero@hotmail.com
Twitter: @derroterotam
Discussion about this post