Phoenix, E.U. / Junio 18.-
La Oficina del Procurador del Condado de Maricopa, dictaminó que el homicidio de un hombre hispano a manos de su vecino que gritaba epítetos racistas fue un crimen de odio.
El homicidio se registró el pasado 6 de mayo poco después de que se promulgara la ley antiinmigrante SB 1070, pero la Oficina del Procurador se había negado a dictaminar la muerte de Juan Varela, como un crimen de odio hasta no verificar testimonios.
Los nuevos cargos contra Thomas Kelly fueron interpuestos el pasado 9 de junio, como factores agravantes, que incrementarían la pena al acusado en caso de declararlo culpable.
Kelley, de 50 años, está acusado de homicidio en segundo grado por la muerte de Varela de 44 años, quien era su vecino en un barrio del sur de Phoenix.
De acuerdo con el reporte inicial de la policía, Kelley le gritó a Varela: “Apúrate y regrésate a México, o te vas a morir”. Sin embargo, Varela era un estadunidense nativo en tercera generación.
El procurador del condado de Maricopa, Rick Romley, explicó que la decisión de sumar crimen de odio como un factor agravante se dio luego de que se corroboró que Kelley había hecho esos comentarios.
Si los procuradores pueden demostrar en la corte el factor agravante, un juez podría elevar la sentencia en una acusación de homicidio en segundo grado de 16 a 22 años.
Kelley, un mecánico desempleado, vivió en la vecindad de Varela durante ocho años.
En un principio la policía había caracterizado el homicidio como el resultado de la reacción de un borracho a una larga disputa entre vecinos. La policía arrestó a Kelly cuando este tenía una cerveza en la mano.
El homicidio se registró dos semanas después de que la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, promulgara la ley antiinmigrante SB 1070.
La ley, que entrará en vigor el próximo 29 de julio, declara como delito estatal el ser inmigrante indocumentado y obliga a las policías locales a cuestionar y detener a cualquier persona sospechosa de serlo.
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