México, D.F. / Junio 13.-
Luego de jugar ante Sudáfrica, Cuauhtémoc Blanco y Rafael Márquez están a sólo dos partidos de igualar a Antonio Carbajal como el jugador que más partidos ha disputado con la Selección mexicana en mundiales.
El Cuau acumula hasta el momento nueve partidos en tres Copas Mundiales (1998, 2002 y 2010), con tres triunfos, dos derrotas y cuatro empates, en tanto que Rafa tiene la misma cantidad de partidos en 2002, 2006 y 2010, con tres ganados, tres igualadas y tres descalabros.
El histórico ex arquero del Tri jugó 11 encuentros en las ediciones 1950, 1954, 1958, 1962 y 1966 (que lo hicieron el primer jugador de cualquier nacionalidad en cinco Copas Mundiales), con marca de una victoria, ocho descalabros y dos igualadas.
Tras debutar México ante la escuadra anfitriona, Sudáfrica, el tepiteño y el zaguero del Barça igualaron al que hasta el momento se mantiene también como el segundo azteca con más juegos jugados en la historia de las justas mundialistas: Salvador Reyes, con nueve, en tres Copas Mundiales (1958, 1962 y 1966).
Así superaron a Alberto García Aspe y Claudio Suárez, con quienes se mantenían empatados con ocho partidos, aunque el primero en 1994, 1998, 2002 y el segundo en 1994 y 1998.
Ah, pero eso no es todo, pues en el caso del delantero ex americanista, también acecha la lista de máximos goleadores al amenazar la marca de cuatro tantos que al menos hasta hoy conserva ni más ni menos que Luis Hernández.
“El Matador” anotó esas cuatro dianas en un total de siete juegos disputados en los mundiales de 1998 y 2002, mientras El Temo tiene dos, al igual que Luis García en cuatro juegos (1994), Omar Bravo en tres (2006) y Manuel Rosas en tres (1930).
Pero ya dejando al ídolo de ídolos, otras de las marcas que llaman la atención es la de mexicanos con más goles en un solo partido, encabezados por Javier Valdivia, quien el 7 de junio de 1970 se convirtió en el primer mexicano en anotar en dos ocasiones, en el triunfo 4-0 sobre Eslovaquia.
Detrás de él vienen también con dos pepinos Luis García, el 24 de junio de 1994 en la victoria 2-1 ante Irlanda; Luis Hernández, el 13 de junio de 1998 en el 3-1 sobre Corea; Manuel Rosas el 19 de julio de 1930 en la derrota 3-6 frente a Argentina y Omar Bravo el 11 de junio de 2006 en el triunfo mexicano 3-1 ante Irán.
Pero en cuanto a mejor promedio como goleador se refiere, en la historia de la Selección mexicana no hay nadie mejor que Rosas y Bravo (0.7, dos goles en tres partidos), seguidos por El Matador (0.6, cuatro en siete juegos), Jaime Belmonte (0.5, uno en dos) y Valdivia (0.5, dos en cuatro encuentros).
Así, estos son los números históricos de la Selección, algunos que podrían ser reformados por el que es ya toda una leyenda y el último jugador del barrio: Cuauhtémoc Blanco.
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