México, D.F. / Junio 14.-
El presidente Felipe Calderón defendió la lucha que el Estado enfrenta contra el crimen organizado y llamó a los mexicanos a que “sumemos todas nuestras capacidades para recuperar la seguridad pública”.
En el documento “La lucha por la seguridad pública”, el mandatario expuso que existe una percepción generalizada de que lo principal para el gobierno es “combatir al crimen organizado” y esto no es así, pues el objetivo medular es lograr la seguridad pública de los ciudadanos.
“Combatimos con determinación al crimen organizado, porque es nuestra obligación constitucional y ética, porque es obligación del gobierno federal hacerlo, pero también y fundamentalmente porque el crimen organizado ha alterado, de manera significativa, la paz de los ciudadanos”, puntualizó.
El Ejecutivo explicó que uno de los desafíos más importantes que enfrenta el país es el de la inseguridad, “soy consciente tanto de su gravedad como de la exigencia ciudadana de ponerle fin. Se trata de una problemática que se ha venido exacerbando con el tiempo”.
Mencionó al respecto, los homicidios de los que se da cuenta, que generan una situación de intranquilidad en la población y la información que de ella deriva, envían no sólo a México sino al mundo una señal de violencia que deteriora la imagen del país.
De acuerdo con el texto dado a conocer la noche del domingo por la Presidencia de la República, Calderón afirmó que para responder a este desafío, el gobierno federal decidió enfrentar con determinación al crimen organizado desde el inicio de su administración.
Todo ello, para recuperar la seguridad de las familias mexicanas; refrendar a México como un país de leyes y de instituciones; y garantizar una convivencia ordenada y tranquila en todo el país. “La lucha es, pues, por la Seguridad Pública”, precisó.
En el texto, el presidente explicó varias causas del problema, de la lucha entre las bandas y el incremento en la violencia, la necesidad de que había que actuar ante el problema y la estrategia que se ha seguido.
En las causas del problema, abordó el tópico del consumo de drogas en Estados Unidos en el que afirma que el origen de la violencia radica en primer término en el hecho de que México está situado al lado del país que tiene el mayor consumo de drogas a nivel mundial.
También habló de que al pasar de ser un negocio meramente exportador a ser también un negocio de distribución en el país, la actividad criminal buscó, de manera violenta, controlar sus propios mercados, a las autoridades y a los ciudadanos.
El presidente afirmó que del control territorial los criminales trataron de pasar al control de la sociedad, lo que provocó que se extendieran delitos nuevos que agravian severamente a la sociedad, como la extorsión y el secuestro.
“Además de que la extrema violencia utilizada en la eliminación de sus enemigos, como torturas, y los mensajes de amenaza que los acompañan, comenzó a llenar de terror y miedo a las comunidades”, dijo en el documento.
De igual forma consideró que otro factor que ha favorecido la estrategia de control territorial de los criminales, ha sido la facilidad de tener acceso a armamento cada vez más letal.
“Para ilustrar la dimensión de este problema, hay que decir que durante mi gobierno se han decomisado más de 76 mil armas, de las cuales más de la mitad son fusiles de asalto, y de las que hemos podido averiguar que más de 90 por ciento fueron fabricadas y vendidas en Estados Unidos”, ejemplificó.
Calderón expuso que otras causas sociales han favorecido el problema de la criminalidad en el país, como la falta de oportunidades educativas, laborales y de esparcimiento para los jóvenes en algunas ciudades, que los hace susceptibles de ser presa fácil de las organizaciones criminales.
En sus conclusiones, refirió que ante el crecimiento de la delincuencia organizada, lejos de claudicar, se asumió el problema, porque la obligación primordial del Estado es velar por la seguridad y el pleno ejercicio de las libertades de todos los mexicanos.
Se ha constatado una y otra vez que los criminales no tienen el menor reparo en dañar a gente inocente en asesinar a quien no cumple con sus designios, indicó.
“Por eso, mi gobierno está absolutamente decidido a seguir combatiendo sin tregua a la criminalidad hasta poner un alto a este enemigo común y conseguir el México que queremos. Eso es lo que estamos haciendo con la Estrategia Nacional de Seguridad”, estableció.
Recordó que como dijo desde el primer día, ésta es una lucha que costará tiempo, que costará recursos económicos y que, por desgracia, costará también vidas humanas, “pero es una lucha que vale la pena librar porque lo que está en juego es nuestro futuro”.
“Somos millones y millones más los mexicanos que queremos vivir en paz que esos criminales. Somos millones más y el gobierno de la República está absolutamente decidido a hacerles frente con la enorme fuerza de que dispone. Por eso ésta es una batalla que, unidos, vamos a ganar”, agregó.
Por todo ello, subrayó que “es hora de que los mexicanos sumemos todas nuestras capacidades para recuperar la seguridad pública. Todas las autoridades del país debemos comprometernos a hacer nuestra parte para combatir al enemigo común. Se trata de una tarea impostergable”.
“El enemigo se puede vencer y sé que unidos habremos de derrotarlo”, pues quienes proponen la retirada del gobierno parten de la falsa premisa de que los criminales por sí solos abandonarán sus actividades violentas y delictivas, pero esto no es así.
El presidente Calderón indicó que se debe enfrentar a la delincuencia, pues si nos quedamos cruzados de brazos, quedaremos en manos del crimen organizado, viviremos siempre con miedo, nuestros hijos no tendrán futuro, habrá mayor violencia y perderemos nuestra libertad.
Consideró que “no es momento de bajar la guardia o claudicar” y que se debe combatir sin tregua al crimen para defender las libertades, para recuperar nuestra tranquilidad, para que haya más inversión y más empleos, para construir el México más fuerte y ganador que nuestros hijos merecen.
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