Pide cardenal Norberto Rivera a la virgen proteger al Tricolor

México, D.F. / Junio 6.-
El cardenal Norberto Rivera deseó el mayor éxito a la Selección Mexicana en el Mundial de Futbol a celebrarse en Sudáfrica, y pidió a la Virgen María que los ampare con su maternal protección.
Recordó que el deporte posee un dinamismo espiritual que motiva a vivir un sano sentido de la lucha, superación y alegría.
Sin embargo, las potencialidades físicas y espirituales del deporte también deben educar para la paz, unidad y bien común, así como el desarrollo de los pueblos.
En este sentido, el cardenal dijo que el deporte debe también tutelar a los débiles y no excluir a nadie, liberar a lo jóvenes del riesgo de la apatía, alineaciones, la delincuencia e impulsar en ellos un sano espíritu de lucha.
“Trabajemos por un deporte que sea factor de progreso y ayuda, a ser factor de tolerancia que ayude a ser factor de un mundo más fraterno y solidario, un deporte que lleve al respeto de la vida, a la responsabilidad, a una plena valorización de la persona humana”.
En un mensaje del cardenal Norberto Rivera publicado en el semanario “Desde la fe”, el jerarca religioso recordó que los jóvenes deportistas de la Selección Mexicana de futbol serán el centro de atención del país y serán valorados por sus cualidades morales y deportivas.
“Hoy más que nunca los deportistas mexicanos deben estar dispuestos a resaltar todo lo que sea bueno sin miedo de dar a conocer, con seriedad y equilibrio, con alegría y con orgullo su identidad de mexicanos y la identidad religiosa que profesan”, expuso.
Sobre los obstáculos, peligros y deficiencias del deporte mexicano, el arzobispo primado de México no quiso hablar.
Mencionó que los mexicanos “nos sentimos alegres y solidarios con nuestros hermanos que llevan la representación de nuestro país”.
“Aunque no podremos estar físicamente apoyándolos en los estadios desde aquí estaremos esperando sus triunfos”, expresó.
Siempre, agregó, en este evento, se dice que el mundo esta unido por un balón, se habla de que un mismo espíritu se conjuntan los pueblos, sin importar raza, religión, o ideologías, y así es.
Sin embargo, para la Iglesia el Mundial del Futbol constituye una valiosa oportunidad para redescubrir al deporte como un regalo de Dios con el que el hombre necesita su cuerpo, inteligencia y voluntad, reconociendo que estas capacidades son dones del creador y un medio no sólo para el entretenimiento sino para redimensionar los valores de la vida.