La última vez que coincidió una elección para gobernador de Tamaulipas con un Mundial de Futbol fue en 1998. Sin embargo, en el campeonato de Francia los candidatos no sufrieron la indiferencia de los electores como sucederá este 2010, pues en el primer caso la cita a las urnas fue en noviembre, no en julio.
Hace 12 años, Tomás Yarrington Ruvalcaba calentaba motores cuando vio en la televisión los dos goles de Zinedine Zidane contra Brasil, que ayudó a la selección gala a obtener su primer trofeo FIFA con humillante marcador final de tres goles a cero.
Pero este año, y durante un mes (del 11 de junio al 11 de julio), la mayoría de los tamaulipecos le sacarán la tarjeta roja a los candidatos e ignorarán sus discursos. En cambio, se embriagarán con el futbol. Por eso todos los que aspiren a ganar en las boletas electorales deben de afinar la táctica en sus campañas.
Porque a partir de este viernes 11, cuando México inaugure el Mundial 2010 ante los anfitriones de Sudáfrica, la mercadotecnia electoral será un producto chatarra, misma que será remplazada por la deportiva.
Desde ahora a nadie le importa tener una playera, un vaso o una calca de fulano o perengano que busca ser gobernador, alcalde o diputado. Los productos de moda que ya empiezan a agotarse –al precio que sea– son las gorras, llaveros, bufandas, mochilas y playeras, piratas o de marca; oficiales o extraoficiales.
A un mes o menos de las elecciones del 4 de julio próximo, los spots que suben la moral y las esperanzas de millones de mexicanos son los que muestran a Javier Aguirre como un verdadero Mesías del futbol, con un discurso que patrocina un organismo denominado Iniciativa México, coincidentemente salido a la luz pública en plenas campañas electorales.
Esta estrategia de Iniciativa México –ojalá no lo sea– se parece a aquellos grupos y organismos privados quienes en 2006 aparecieron y que se adjudicaban los spots a favor del PAN y en contra de Andrés Manuel López Obrador, etiquetándolo como un “Peligro para México” si ganaba la presidencia de la República.
Parece que de nuevo Televisa quiere darle a los mexicanos “gato por liebre” en un período donde el consumo de programas relacionados a Sudáfrica 2010 será muy grosero y donde se registrarán ratings históricos; no hay que olvidar que en 2010 hay elecciones para gobernador en diez entidades del país.
Los candidatos de Tamaulipas como Rodolfo Torre Cantú (alianza PRI, PANAL y Partido Verde); José Julián Sacramento Garza (PAN) y Alfonso De León Perales (Convergencia), entre otros, conocen de aguacates y buscarán echarle todos los kilos al asador antes de que el balón empiece a rodar.
Por su parte, los encargados de las agendas de los aspirantes ya están haciendo los ajustes necesarios, porque ni locos van a empalmar un recorrido por las calles, encuentro con sectores o encuentros masivos, cuando México salte a la cancha.
Y mientras Javier Aguirre sueña con llegar al quinto partido, es decir, disputar los cuartos de final que no logra desde México 1986, todos los candidatos que están en desventaja rezan para que la escuadra tricolor quede eliminada en la primera fase, claro, teniendo un decoroso papel.
Sólo de esa manera bajaría en algo la efervescencia por el Mundial, pues un gran porcentaje de los aficionados aztecas al balompié tiene en sus guardarropas otra playera: la de Brasil, Argentina, Alemania, Holanda o Italia.
Hace días el prestigiado diario nacional El Universal publicó una encuesta donde Torre Cantú (55 por ciento) sacaba 22 puntos de ventaja a Sacramento Garza (33 por ciento) en las preferencias de los tamaulipecos.
Nada bien para el candidato catapultado por el PRI que debería estar por encima del 62 por ciento, pero tampoco nada mal para el aspirante del PAN, que en otros cuestionados ejercicios de opinión pública sus cifras oscilan entre un 14 y 30 por ciento.
Si bien 22 puntos de ventaja para uno o de desventaja para otro, son muchos, falta un mes para la cita del 4 de julio, entre esperanzas verdes, gritos de gol, ausencia y despido de empleados por estar pegados al televisor, de un fenómeno deportivo amado por millones y odiado por otros menos.
Esperemos que antes de las elecciones la gente aún recuerde los apellidos de los candidatos como Torre, Sacramento y De León, porque después de Alemania 2006 eran mas famosos Materazzi y Zindane por el asunto del cabezazo en la final que coronó a los azzurri en penales.
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