Destila Alejandra Guzmán sensualidad y talento en energético recital

Zapopan, Jal. / Junio 3.-
La eternamente bella Alejandra Guzmán destiló anoche sensualidad y talento por espacio de dos horas en encendido concierto que recargó de energía y buena vibra a miles de asistentes que se dieron cita en su espectáculo.

A las 21:14 horas las luces del Auditorio Telmex se apagaron y una voz emitió conteo regresivo, varios rayos de luz iluminaron el centro del escenario, de donde emergió Ale con enorme penacho, blusa de tiras plateadas y botines, para encender los corazones al interpretar “Soy sólo un secreto”.

En un templete como de tres metros de altura, cantó “Un grito”, al lado del baterista y el tecladista, mientras abajo la acompañaban tres guitarristas, las bailarinas y dos coristas.

Tras un sonido místico de caracol, Alejandra Guzmán se quitó el penacho e indicó que una vez que dejó sus problemas atrás seguirá adelante y cantó “Por qué no estás aquí”, que engalanó con exquisito baile estético.

Derrochó energía y fino erotismo a cada instante cambió innumerables veces su vestuario y encendió los ánimos con “Toda la mitad” y “Diablo”, en esta última lució blusa de piel roja, botas negras hasta los muslos con tiras rojas y cuernitos del mismo color.

La sexy rockera resaltó que siempre fue contra la corriente, cantando historias verdaderas de dolor y de amor, y agradeció a todos los que han sido parte de sus 20 años de carrera, al tiempo que se declaró esclava de los aplausos de la gente, para ofrecer “La ciudad ardió”.

Con vestido negro corto y tacones altos derramó su belleza sobre el escenario a cada movimiento perfecto y estético, cuando brindó “Ven”, luego desapareció en la parte final de la melodía y en la pantalla gigante se vio sólo su silueta oscura, despojándose lentamente de sus zapatos, medias y vestido, ante la alegría expansiva de los presentes.

Dados los ensordecedores aplausos, exclamó: “Esto es lo que me prende y cantó”, y dio paso a la letra de “Rosas rojas” con elegante vestido rojo que jugaba con el aire que salía de la parte baja del escenario.

Ante los primeros acordes irrumpió un monumental coro que coreó al unísono “Volverte a amar” sin la presencia de Ale, mientras la letra de la canción se leía en la pantalla gigante.

Enseguida, con vestido negro y plata, la ronca y sexy voz de La Guzmán bañó de sentimiento las almas tapatías.

Al final expresó: “Esta es la mejor noche de mi vida, tienen ganas de cantar, va de nuevo”, y ofreció otra parte de la misma canción ante miles de coros, y con su encanto natural los arropó con un manto de buena vibra.

“Siempre he metido la pata, pero lo importante es levantarse”, puntualizó la intérprete ante el abrigo del público y cantó “Pasa la vida”, “Loca” y “Mentiras piadosas”, esta última dedicada a su hija Frida Sofía.

Aceleró el latido de miles de corazones con “Reina de corazones” y “Guerra fría”, con sensual traje corto estilo militar, y siguió con “Amor en suspenso” con vestido plateado y largas plumas negras en la espalda.

Luego, mientras las bailarinas repartían aros a los jaliscienses, la también actriz salió con bufanda blanca larga y esponjada, peluca blanca y sombrero negro para encender el escenario con “Luz de Luna”.

Explotaron diversas serpentinas y miles de papelitos de colores flotaron a lo largo y ancho del inmueble con la interpretación de “Eternamente bella”, y como resortes se levantaron los tapatíos de sus asientos, canción con la que se despidió agradecida por el cariño mostrado.

Cuando la gente pedía en repetidas ocasiones otra canción, se escuchó un solo de batería y regresó Ale con chamarra negra para ofrecer “La plaga”, que hizo vibrar el escenario con el baile y las palmas de los asistentes, para dar por terminado el espectáculo.

“Que viva el rock and roll, buenas noches Guadalajara”, expresó la intérprete. Empero, sus seguidores estaban sedientos de más Alejandra Guzmán, y ante la insistencia cantó “Hacer el amor” y “Mirala, miralo”.

A las 23:10 horas, la cantante cerró de nuevo con “La plaga”, ante una lluvia de chispas amarillas que se dispararon para engalanar el escenario.

La eternamente bella Alejandra Guzmán se entregó en cuerpo y alma ante los tapatíos, quienes aplaudieron de pie la entrega, energía, fuerza y talento que ofreció la noche de este miércoles su cantante consentida.