El director general del FBI, John Muller dijo lo que todos los mexicanos saben, especialmente aquellos que viven en estados como Tamaulipas, que la lucha contra el crimen organizado tiene un alto costo social, la pérdida de vidas humanas, pérdida de empleo, de crecimiento, de desarrollo económico, entre otros.
La declaración de Muller, sólo corrobora lo que aquí se padece: “Creo que el presidente (Felipe) Calderón ha dado pasos sin precedentes contra los cárteles y la violencia en México. Desafortunadamente, (su cruzada) no ha sido tan exitosa como él o cualquiera hubiera deseado, dado el número de muertos y las atrocidades que ocurren al sur de la frontera”, expresó el funcionario estadounidense ante la Cámara baja de su país, según cita el periódico El Universal.
En nombre de la justicia, del orden, también se cometen crímenes, crímenes que quedarán impunes, que serán sólo “el daño colateral” de una guerra a la que el gobierno federal llegó sin estrategia.
El 2012 es un año muy importante para Felipe Calderón, será definitorio en cuanto a la imagen que la población tiene de él y su gobierno.
Y no se dude que a principios de año cambiará la forma de enfrentar la lucha.
Sólo es cuestión de esperar unos meses.
Para ese tiempo habrá de sacar los esqueletos que les tiene guardados en el clóset a varios priístas, con el objetivo de reducir las posibilidades de que este partido recupere Los Pinos.
¿Y el interés ciudadano?
Bien gracias.
LECTOR PREOCUPADO
El señor Joaquín Huante Arrieta leyó la columna sobre los embarazos en adolescentes y le quedó la inquietud sobre el por qué no se trató ahí la falta de valores, la influencia de los amigos, la escasa comunicación entre padres, madres e hijos adolescentes.
El sentido de la columna estuvo enfocado a reiterar que hacen falta políticas públicas que resuelvan de fondo el problema.
Que no sólo prevengan embarazos en las jóvenes, sino que si éste ocurre haya una respuesta de las instituciones para proteger a esa joven, que si es estudiante, pueda continuar su preparación.
Recientemente platicando con una amiga, ésta planteaba que sus tías jóvenes no habían estudiado y “estaban llenas de hijos”.
De eso se trata, de encauzar a aquellas chicas que se embarazaron en edad temprana, pero que quieren continuar su preparación, de eso dependerá que ya no se embaracen y “se llenen de hijos”, para quienes las posibilidades de desarrollo se ven disminuidas en un seno familiar donde la situación económica es precaria.
El señor Huante Arrieta se hace varias preguntas: “¿Será que nosotros como padres no tenemos esos valores y nos estará faltando fuerza para disciplinar a nuestros hijos? No sé, tal vez es un tema muy amplio, muy extenso. Pero sería bueno preguntarle a todos esos jóvenes que ya están enrolados en el crimen organizado, que fue lo que los hizo decidirse a dejar sus casas. Y no quisiera escuchar como respuesta de ellos que es el dinero la causa de su decisión. ¿Acaso eran parte de un hogar desintegrado? ¿Acaso no había comunicación con sus padres?”.
Esas preguntas son necesarias señor Huante Arrieta, y un buen comienzo es empezar a hacérnoslas a nosotros mismos. ¿Estamos cumpliendo como padres?
Gracias por escribir porque sus comentarios enriquecen esta columna.
LA FRASE
“Parte del desafío de desarrollar el valor humano consiste en promover la equidad en el acceso a la salud. En 2000 sólo 45 millones de mexicanos estaban afiliados a algún esquema público de salud, hoy son 94 millones y muy pronto alcanzaremos la cobertura universal”, palabras de Felipe Calderón durante el Foro México llevado a cabo en el Distrito Federal por el periódico El País y un banco español.
A Felipe le faltó agregar que hacen falta medicamentos, que la infraestructura hospitalaria es insuficiente y que el personal médico y enfermero está mal distribuido.
Derrotero@hotmail.com
Twitter: @derroterotam
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