Ciudad del Vaticano / Mayo 28.-
El Papa Benedicto XVI se pronunció hoy por abatir los muros fronterizos, establecer disposiciones legislativas que favorezcan la migración en regla, la integración cultural, y el “justo derecho” a la reunificación familiar.
Durante una audiencia con asistentes a la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes, en el Palacio Apostólico del Vaticano, lamentó el surgimiento de “particularismos” que se oponen a los migrantes en diversas partes del mundo.
Advirtió que “no ha terminado el deseo de muchos por abatir los muros que dividen y establecer amplios consensos mediante disposiciones legislativas y prácticas administrativas que favorezcan la integración, el mutuo intercambio y el enriquecimiento recíproco”.
De acuerdo al Papa, la convivencia entre los pueblos puede ser ofrecida sólo mediante “líneas concertadas para la recepción y la integración” que permitan el ingreso legal de migrantes a los países, compensando las necesarias medidas restrictivas y contrastando el “despreciable” tráfico de personas.
Para lograr esto solicitó a las organizaciones internacionales ayudar a los Estados a conciliar el reconocimiento de los derechos de la persona con el principio de soberanía nacional, en particular con las exigencias de seguridad, orden público y control de las fronteras.
Esto “no obstante la fase crítica que las instituciones internacionales están atravesando, empeñadas en resolver las cuestiones cruciales de la seguridad y del desarrollo, en beneficio de todos”.
Joseph Ratzinger citó entre los puntos que deben concertar gobiernos y organismos internacionales, el ingreso y la deportación de los extranjeros así como el acceso a bienes de la naturaleza, la cultura, arte, ciencia y técnica, que deben estar disponibles para todos.
El obispo de Roma destacó la importancia de la mediación para que las resoluciones nacionales e internacionales que promueven el bien común universal, encuentren recepción ante las instancias locales y se repercutan en la vida cotidiana.
“Las leyes de nivel nacional e internacional que promueven el bien común y el respeto de la persona animan la esperanza y los esfuerzos por alcanzar un orden social mundial basado en la paz, la fraternidad y la cooperación de todos”, dijo.
“El porvenir de nuestras sociedades –agregó- se apoya sobre el encuentro entre los pueblos, sobre el diálogo entre las culturas en el respeto de las identidades y de las legítimas diferencias. En este escenario la familia mantiene un rol fundamental”.
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