¿Usted sabía que cada diputado federal del país tiene asignados diez millones de pesos que se les entrega para distribuir de manera discrecional en los municipios que integran su distrito o en los que ellos decidan?
Yo no.
Pues bien, le explico este año, la cifra para cada uno de los 500 diputados sean de mayoría o plurinominales es de 10 millones que se les otorgan para proyectos de “desarrollo municipal”.
Esos recursos de acuerdo a la ley tiene que ejercerse en los rubros que se marcan como de desarrollo y pavimentación.
Hasta ahí todo bien.
Las cosas empiezan a complicarse cuando se comprueba que algunos diputados, entre ellos el ex pastor de los diputados del PAN, el bailarín, Luis Alberto Villarreal pedía “moches”, sí comisiones, para asignar esas partidas, porque es obvio que el dinero no era para su gasto personal, sino para los municipios de su estado, entonces él como existe la discrecionalidad para asignar el dinero, pues hacía negocio y se quedaba con una parte de la partida presupuestal.
Hasta ahora no se le ha abierto investigación a este diputado alegre.
Ahora debido a los malos manejos, la bolsa se redujo a cuatro millones para cada legislador, que sigue siendo una cifra muy importante.
Lo que me pregunto es por qué los diputados tamaulipecos nunca mencionan en qué se gasta esa partida, en qué municipios se invierte y en cuáles obras.
Hasta hoy nunca he escuchado a ningún legislador federal, no importa el partido, que hable abiertamente del tema y explique ante la ciudadanía que lo eligió cómo distribuyó ese presupuesto que podría considerarse pequeño, pero cuando se multiplican los diez millones por 500 diputados, la cantidad asciende a cinco mil millones de pesos, cifra nada despreciable.
La ausencia de transparencia por parte de ciertos legisladoras y legisladores en el manejo de esa partida discrecional es lo que originó que en el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año el fondo se haya reducido a dos mil millones de pesos, correspondiéndoles cuatro millones a cada uno de los diputados y diputadas.
Sabiendo lo anterior, es muy conveniente que cada uno de los ocho diputados de mayoría, más los plurinominales que se sacaron la lotería, de una vez expongan ante la ciudadanía en qué se gastaron los diez millones.
Demos seguimiento al dinero, solo así se conocerá la honestidad o deshonestidad de los diputados y diputadas tamaulipecos.
EL CHAPULINAZO, LA CANCIÓN
No sé si recordará estimado lector y lectora que la semana anterior escribí sobre los saltos que dan autoridades electas y funcionarios de un puesto a otro, por lo que son llamados chapulines.
Y en esa ocasión mencionaba la conveniencia de que alguien hiciera una canción llamada El Chapulinazo que sirviera para ambientar campañas.
Pues qué les cuento, un lector llamado Ángel Ademir que vive en Puerto Escondido, Oaxaca (esta es la maravilla de la red de Internet) me envió una grabación que precisamente lleva por nombre El Chapulinazo y que canta su grupo Especialistas de la Costa.
La canción se compone de un estribillo contagioso: Brincan chapulines, A bailar, con el chapulinazo a bailar.
Gracias al lector que tuvo la molestia de enviarme su canción y a los políticos que pronto arrancarán campañas en Tamaulipas si les interesa, podrían comunicarse con este músico y compositor oaxaqueño para que les amenice sus eventos.
GRAN ESFUERZO EN INFOEDUCARE
Editar una revista no es cosa fácil por todo el trabajo creativo que requiere, por ello quiero felicitar al maestro Javier Ramírez, quien se echó a cuestas la tarea de hacer un órgano de difusión digital de la Secretaría de Educación donde expone cómo va esta dependencia y le da voz a quienes la hacen, los maestros y los alumnos.
En InfoEducare, nombre de esta revista digital, la herramienta que representa Internet para dar a conocer logros y proyectos está bien aprovechada por Javier.
Esperemos que en un futuro cercano esta revista pueda publicarse impresa para llegar a otros públicos y entonces sería un ejemplo excelente de cómo un medio empieza en el mundo virtual y se hace presente en el del papel.
La edición del número cinco de este medio es muy recomendable, muy constructivo y muy bien realizado, porque no solo incluye material en español, sino también en inglés.
Felicidades Javier.
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