Reynosa, Tam./MEDIA HORA.- Un dulcero que en sus tiempos libres se disfrazaba de ratón violento para atracar tiendas de conveniencia fue puesto fuera de circulación por agentes de la Policía Federal Ministerial.
De acuerdo con las primeras indagaciones, el ladrón que reside en la colonia Benito Juárez es responsable de unos 12 robos a tiendas diversas como Oxxo y farmacias.
El acusado fue identificado como Iván Santiago Rodríguez González, de 18 años de edad, quien para cometer los latrocinios utilizaba un arma blanca.
De acuerdo con su confesión, el dulcero ratero tenía operando como asaltante aproximadamente un año.
Y como no daban con él, Santiago Rodríguez González ya se había convertido en el azote y terror de negocios de diversas zonas de Reynosa.
Pero, tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe y como los agentes federales ya tenía un buen de denuncias y sabían el modo de operar del ladrón, el día de ayer lograron capturarlo precisamente luego de que robó una tienda de conveniencia.
Y ahora sí, el asaltante no tuvo otra más que confesar que ha cometido robos en diferentes negocios de la ciudad, pero ayer sólo recordaba que cinco de sus fechorías, tres en tiendas Oxxo, otro en Farmacia López y otro más en un Super 7.
“Cuando llegaba a la tienda, les ponía el cuchillo (en frente) y les decía que era un asalto y que me dieran el dinero, porque no quería usar la violencia”, expresó, el joven detenido.
Declaró que en los sectores donde más operaba era en la colonia Ampliación Villas de la Joya, La Benito Juárez, Las Palmas y parte de la zona centro, donde recientemente cometió los últimos asaltos.
“En el último asalto me robe 700 pesos en efectivo y un teléfono celular”, dijo el joven sin muestras de arrepentimiento.
Santiago Rodríguez González admitió estar preso en las drogas.
“También me gusta drógame, pero no asalté a peatones, sólo le pegaba a negocios y a tiendas”, argumentó.
El joven de 18 años quedó tras las rejas, a disposición del Ministerio Público, el cual se encargará de integrar la averiguación previa penal, para, en su momento turnarlo a un juez para que le instruya un proceso.
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