Washington, E.U.-
La respuesta internacional contra el virus del ébola fue tardía, inadecuada y lenta, y ahora es una amenaza contra la economía y el combate a la pobreza, aseguró este viernes el presidente del Grupo del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim.
En su intervención, durante la sesión plenaria de la reunión anual de otoño, que organizan el organismo en conjunto con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el dirigente aceptó que el brote de este virus plantea hoy un desafío muy difícil.
“El brote del ébola plantea uno de los desafíos más complejos y difíciles que he visto como médico. Debido a la pobreza en los tres países más afectados, excede la capacidad de su emergencia, la salud y recursos fiscales.
Frente a estas condiciones debemos guardarnos de los enfoques que se basan en las aspiraciones de estos países y de los pobres, que son muy bajas para contener la epidemia”, dijo.
De acuerdo con las estimaciones del BM, en caso de que la epidemia se extendiera más allá de Liberia, Guinea y Sierra Leona, el costo de esta podría superar los 32 mil 600 millones de dólares (mdd) hacia finales de 2015.
Jim Yong Kim admitió que el virus del ébola, así como el cambio climático son dos factores que pueden ralentizar el crecimiento económico y su lucha por combatir la pobreza.
Crecimiento, herramienta antipobreza. Jim Yong Kim reconoció que el crecimiento económico es la herramienta más “poderosa” para terminar con la pobreza; sin embargo, sin infraestructura, esto no puede ser.
Dijo que el financiamiento del organismo internacional para infraestructura alcanzó 24 mil mdd en 2014; sin embargo, el monto resulta deficitario si se compara con los 1.5 bdd que requieren las economías para obras.
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