Cd. Victoria, Tam.-
A casi un año de haber entrado en vigor la Reforma Hacendaria, las autoridades fiscales aún no tienen capacidad para absorber las inquietudes de la gente, consideró el economista Rodolfo Higuera Terán.
Aunado a ello a la hora de pedir información el Sistema del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se satura por lo que se provocan ciertos “cuellos de botella”.
“Ese es el problema que no esperaban una respuesta tan grande, entonces ahora quiere uno sacar un formato y no tienes un acceso rápido”.
Al no tener las mismas facilidades de ingreso los contribuyentes se ven en la necesidad de acudir a las mismas autoridades para que les ayuden a realizar el trámite y la dependencia federal no tiene ni espacio para atender a los usuarios.
El economista sostuvo que toda reforma requiere un periodo de ajuste por lo que confió en que se van a ir acomodando las cosas “se tienen que esperar para que la gente se acostumbre a una nueva manera de hacer las cosas, la primera reacción que tenemos cuando algo cambia es rechazarlo por naturaleza”.
A la larga los procesos que estamos viviendo de reformas en el país nos van a llevar a una mejora general de la economía, se tiene que saber que una reforma no te genera un beneficio inmediato de ninguna naturaleza, sostuvo Higuera.
Por ello, recomendó esperar “a ver si realmente nos afecta y de ser así hay que decirlo, lo que se debe hacer es acostumbrarse a los nuevos cambios y es cuando vamos a ver que es en beneficio, que el simple hecho que se vayan mejorando los sistemas de reporte fiscal a base de medios electrónicos va a facilitar la vida bastante”, comentó.
Antes era una papelería enorme presentar las declaraciones fiscales, guardar una serie de papelerías y ahora electrónicamente lo se reduce a un diskette o una cosa más elemental, aunque reconoció que no todos estamos acostumbrados a los diskette.
Citó que la Reforma Hacendaria tiene una parte de simplificación administrativa “se están desechando algunos impuestos que ya no funcionaron como el IETU y el IDE, obviamente todavía se tiene que cuidar de manera importante la tendencia que tenemos a evitar pagar impuestos”.
Justificó que es un primer efecto que la gente se asuste y diga que no le entiende y que batalla “pero la otra parte del problema es que las autoridades todavía no tienen la capacidad de absorber todas las preguntas de la gente y hay ciertos cuellos de botella a la hora de pedir información”.
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