México, D.F.-
La política de distribución de subsidios al campo debe cambiar, porque, además de que deja fuera a 70% de los productores, los recursos que se dan en ocasiones complementan la falta de productividad, no tienen seguimiento y tampoco se someten a evaluación, dijo la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, Nuria Urquía Fernández.
En entrevista con EL UNIVERSAL, explicó que más de 60% de los subsidios se concentra en 17 mil productores, es decir, 0.3% del total que recibe apoyos.
El 70% de productores que no recibe recursos públicos equivale a 4 millones de campesinos que sobreviven con ingresos que no les permiten salir de la pobreza.
Señaló, sin embargo, que con la reforma para el campo en la que trabaja el Ejecutivo federal deben incluirse políticas públicas que atiendan los rezagos estructurales y coyunturales del sector agrícola.
De esta manera sería posible incrementar la aportación que hace el sector agropecuario al PIB de México, que actualmente es de 3%, mientras que en otros países latinoamericanos ese porcentaje es cinco veces mayor, como en el caso de Chile, donde llega a 15%.
La reforma, sugirió, debe repensar la política pública, incluir una redistribución de los subsidios, atender rezagos en las comunidades —como falta de servicios de salud y educación— y pensar que muchos productores viven en condiciones de extrema pobreza y carecen de alimentación adecuada.
Además, consideró necesarios presupuestos multianuales que permitan planificar a mediano y largo plazos y no limitarlos a presupuestos anuales para el sector.
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