Monterrey, N.L.-
Este verano como cualquier otro, un grupo de jóvenes regiomontanos emprendieron un viaje a Cuba, para conocer las condiciones de sus habitantes.
Por ello decidieron mostrar su apoyo llevando artículos como ropa, balones de futbol, libros de educación y hasta dulces, productos a los que los caribeños no tienen fácil acceso, debido a la situación que se vive en dicho país.
Su ayuda no sólo se basó en recursos materiales, sino también mostraron su apoyo moral por medio de actividades previamente preparadas para ellos.
Antes de partir a la ciudad de Cuba, mantuvieron contacto con una familia de allá que le hizo saber algunas indicaciones propias para su viaje y su estancia en Cuba, debido a que hay muchas limitaciones para los residentes, con respecto a los turistas que los visitan.
Cada instante que los jóvenes pasaron en la ciudad fue de sorpresa, sabiendo la situación que se vive, pues esperaban llegar a un lugar donde las quejas abundaran, el enojo se mostrara y la tristeza fuera el principal sentimiento.
“Increíblemente, son las personas más felices que he conocido”, exclamó uno de los jóvenes viajeros.
Los jóvenes estaban, asombrados por las limitaciones y reglas que rigen el país de Cuba, pero con un asombro mayor por la manera en la que, la comunidad que ellos conocieron, se comportaban.
Todos aprendieron la lección de que ni la falta de dinero, ni los problemas, ni las reglas, ni la falta de libertad puede quitar la felicidad, ni la razón de hacer sonreír a alguien más.
“A pesar de todo lo que llevamos para regalarles a los cubanos, sentí que ellos nos dieron más con una simple sonrisa y abrazo de bienvenida”, dijo, pues todos los que viajaron estuvieron de acuerdo con esta frase dicha por uno de los jóvenes.
Siete días después, decididos a volver a visitar el próximo año, emprendieron su viaje de regreso a Monterrey, dejando buenas amistades con las que difícilmente volverán a tener contacto durante el año que estén lejos.
Tristes por la despedida, estuvieron alegres por la oportunidad que tuvieron de ir a esta isla del Caribe. (Ana Areli Moreno)
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