Reynosa, Tam. / MEDIA HORA.-
Ninfa Cristóbal González es una reynosense que a sus 95 años de edad aún luce fuerte. Aunque no oye y camina con apoyo de una andadera, tiene mucho que festejar en este Día del Adulto Mayor.
“Me atrevo a decir que está mejor que nosotros. Y si, no oye y aunque tiene tapada una arteria del corazón, está sana y nunca la he visto decaída”, expresó Laura González, una de sus nueve nietos.
Entre mil 500 abuelitos, Ninfa no pasó desapercibida. Destacó por su cabello platinado, piel arrugada y su postura encorvada, pero sobre todo, su semblante de ternura durante el festejo del abuelo que realizó el DIF Reynosa.
Su nieta no dudó en acompañarla, dijo porque le gusta que su abuela conviva con otras personas de su edad y se distraiga.
“Hace poco tiempo falleció mi madre, su única hija y aunque nos ha demostrado ser fuerte e incluso es la que nos ha dado ánimos, tenemos miedo que se enferme”, dijo.
Por fortuna, su estado de salud es estable y eso le ha permitido a Ninfa disfrutar, no sólo de sus nietos, sino también de sus 18 bisnietos.
La longeva habita en el Fraccionamiento Reynosa y quedó viuda muy joven pero sacó adelante a quien fue su única hija.
“Nunca se volvió a casar y siempre nos dice que anduvo en la Revolución Mexicana, cuenta muchas anécdotas”, puntualizó.
Tras unas horas de convivencia con los demás abuelitos, Ninfa pidió irse a su hogar. Laura la ayudo a salir del lugar pues camina a paso lento con apoyo de la andadera.
Hoy festejara el día con una comida que le harán sus familiares. Por la tarde, dijo Laura, quizás acuda a un club del Adulto Mayor para pasar un rato agradable con sus compañeros.
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