México, D.F.-
El Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tiene como reto en su estrategia electoral trascender el voto duro de su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, y limpiar su vida interna partidista.
“Yo puedo decir autocríticamente que hay prácticas que reproducen la herencia del PRD, lo cual tiene una parte natural porque es el eslabón que sigue, pero que ponen en riesgo la credibilidad de Morena, es decir, Morena tiene que ser un partido distinto, lo cual tiene que ver con la cultura política que pongamos en juego”, admitió en entrevista con EL UNIVERSAL, el dirigente local de Morena, Eduardo Cervantes.
Proyectó que la lucha electoral en 2015 se dará principalmente entre el PRD y Morena.
Cervantes no descartó que más adelante el partido construido por el ex perredista Andrés Manuel López Obrador evalúe una alianza con el PRD en la capital, la cual se daría sólo sobre la base de un proyecto común.
Sin embargo, advirtió que por ahora ve más cerca al PRD del PRI, y podrían alcanzar un pacto electoral en delegaciones claves para enfrentar el posicionamiento de Morena como opción política en la capital.
“Con sentido lógico, el PRI puede hacer una alianza con el PRD para que permanezca y se combata conjuntamente a Morena. No es descartable, como se está comportando el PRD y con esa cultura negociadora, ultranza y pragmática que han desarrollado. Puede haber presiones también del PRI-PRD como posibilidad y el PRI por sí mismo, si bien su estructura territorial se cayó en la ciudad desde hace muchos años tiene medios, recursos y experiencia”, explicó.
El presidente de Morena en el DF comentó en entrevista con EL UNIVERSAL que le apostará al voto de los jóvenes y a terminar con prácticas desleales como son los votos por consigna o la manipulación de clientelas políticas.
—¿Cómo está Morena en el Distrito Federal?
—Muy bien y de buenas. Considero que la disputa electoral en 2015 se va a dar entre Morena y PRD sobre la base de que hay un voto histórico en la ciudad de México que ronda 60% a través de las sucesivas elecciones, entonces la cuestión es cómo se distribuiría ese 60%.
En las encuestas, hay casi una tercera parte de los entrevistados que no ha definido su voto, que no ha ubicado que López Obrador ya no es del PRD. Conservadoramente Morena debe estar en el orden de 23%.
—¿Para 2018 sí podría haber una alianza entre el PRD y Morena a pesar de que ahora se ve una fractura visible?
—No sabemos. También depende de qué propuestas se haga la sociedad mexicana, y con qué congruencia, si hay coincidencia ahí podría haber alianzas, pero que no sean simplemente de interés electoral o de dientes para afuera, sino que sean reales, pero todavía está remota esa fecha.
—¿Qué le pasó al PRD?
—Se separó la dirección de las bases, sustituyeron a militantes de buen corazón y de convicción por clientes políticos. Sus prácticas clientelares y corporativas llevaron al conservadurismo, y si se me permite, a la corrupción.
—¿Qué tipo de perredistas va a aceptar Morena?
—Morena no va a vetar, pero tampoco debe convertirse en una agencia de colocaciones, de cargos electorales.
—¿Andrés Manuel López Obrador opaca a Morena?
—No, al contrario, da brillo. Pero no podemos depender de la calidad moral ni del prestigio de un dirigente. Sí, en la ciudad la gente lo estima mucho, sobre todo la gente mayor lo recuerda como un político que hacía las cosas con amor. Hay un respeto y respaldo sincero, no tanto entre la gente joven, y ahí tiene Morena otro reto: los jóvenes, el porcentaje de Morena es muy bajo porque son escépticos de la política.
—¿Cómo ve el gobierno del DF?
—Se ha deslavado el proyecto original. Quien abrió la puerta para un cambio en la ciudad de la relación del gobierno con la sociedad fue el triunfo electoral de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, esa apertura la amplió y la profundizó Andrés Manuel con cinco años de gobierno, con Marcelo se sostuvo e incluso tuvo unos avances significativos con el derecho a la interrupción del embarazo o el tema de las sociedades del mismo género, pero se fue dando un distanciamiento de la gente, en el estilo desde la época de Marcelo hay un corrimiento en algunos aspectos de la izquierda al centro, aunque dicen que el centro no existe. Y esto se ha deteriorado todavía más.
—¿Qué pasó con Miguel Ángel Mancera?
—Te doy un ejemplo, en la época de cinco años de López Obrador nunca, ni una sola vez se usó a los granaderos para reprimir una protesta social y a veces 20 o 30 personas bloqueaban 30 de noviembre, ahora es el puente, es inaceptable. Esa cercanía con el gobierno federal a la gente no le gusta porque Peña representa lo que representa.
—Mancera no ha sido crítico con políticas que no corresponden a lo que dice representar el PRD. Yo ya no estoy muy seguro de que representa el PRD en la ciudad, o más bien sí sé, pero no lo digo.
—¿Le preocupa a Morena no ganar una delegación?
—Sí vamos a ganar algunas delegaciones. Está complicado, pero apuntan hacia el sur de la ciudad, no sólo es por el porcentaje que se va a dividir entre Morena y PRD, el asunto es qué proporción.
—Hace unos meses Andrés Manuel dio a conocer a través de Facebook a los 16 candidatos a delegados que postularía Morena
—Son figuras significativas de Morena, las candidaturas se establecerán de acuerdo a la ley, hasta febrero del año próximo. En asambleas delegacionales y distritales en donde podrán presentar propuestas diversas. No estamos hablando de candidato o candidatas en este momento, sino de reforzar esa parte sectorial, esa parte quiero que ahí la dejes.
—La pregunta obligada, ¿cómo está la salud de Andrés Manuel?
—Bien, pero lo veo cansado, pero una reflexión ahí. México ha sido históricamente un país de caudillos. Andrés Manuel tiene rasgos de, es esencial que Morena construya su propia identidad, no se descarta su calidad ni política, ni moral, pero debe existir un partido político con proyecto de transformación de régimen, si es de izquierda, si mantiene ese signo de izquierda, entonces es Morena a quien le toca cubrir eso, y eso rebasa a Andrés Manuel.
—¿Morena ya no aceptaría al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas?
—Más bien no será que Cárdenas no acepta a Andrés Manuel.
La estrategia electoral del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) rumbo a 2015 tiene como eje construir una plataforma política con ciudadanos que garanticen la viabilidad del partido.
De acuerdo con un documento interno, al cual tuvo acceso EL UNIVERSAL, se explica que los simpatizantes de Morena provienen en 70% de sectores ciudadanos que no han militado en algún partido; 22% del PRD; 5% del PT y 3% de Movimiento Ciudadano.
Tras el proceso de registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE), Morena evidenció la fractura de las corrientes internas del Partido de la Revolución Democrática (PRD), lo que se proyecta como una ventana de posibilidad para nutrir al partido.
En esta primera etapa, Morena proyecta entre 10 y 15% de la votación nacional.
Para garantizar el triunfo electoral, López Obrador designó un coordinador territorial en cada una de las 16 delegaciones, y quienes se postularán como candidatos, pero ahora sólo fungen como enlaces institucionales para recabar firmas para la realización de la consulta ciudadana sobre la reforma energética.
El reto mayúsculo que se le plantea en los próximos años para Morena es que no puede caminar solo.
Tendrá que ir con Movimiento Ciudadano, PT y también con sectores del PRD para consolidar una fuerza política de izquierda que pueda ganar la Presidencia de la República en 2018.
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