Eloy Garza

De regreso de mis vacaciones me enteré de un texto basura que escribió Eloy Garza González, un traicionero chapulín de la política quien acumuló una riqueza descomunal, difícil de calcular, cuando trabajó en el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE) en el primer sexenio panista.

Después de todas las mentiras que publicó en su portal pasquinero, mismas que me causaron una risa maratónica, quise responderle con verdades, porque este tipo de personajes, cómplice de pillerías de políticos de Nuevo León, deben ser encuerados.

Se publican tal cual sus párrafos basura, y enseguida la réplica de este columnista:

HECTOR HUGO JIMENEZ

Un personaje de farsa sólo puede dejar de ser anónimo cuando se vuelve símbolo de la corrupción.
Y Héctor Hugo Jiménez es el símbolo local, provinciano, de la corrupción periodística, es decir, del vil chayote.

HHJ: Eloy, el corrupto eres tu. Hora Cero te comprobó con pruebas irrefutables las tres residencias que compraste 2004-2005, por más de 12 millones de pesos y al contado, entre ellas una casa del
Sorteo Tec en San Pedro, que jamás podrías justificar con el salario que tuviste en el ILCE.

Y cuando te refieres a provinciano, en alusión a Reynosa donde está la matriz de Hora Cero, te refresco la memoria: creciste en Reynosa en la colonia Ribereña; sufriste y te acomplejaste porque tu familia era de clase modesta.

Desde Reynosa descarga su mediocre pluma para difamar a quien no lo centavea, a quien no lo maicea.

HHJ: Otra falsedad Eloy. Haz vivido de la política y traicionaste al PRI que te dio de comer, cuando llegaste a Monterrey en 1986. Luego te infiltraste con los panistas de Vicente Fox Quesada, de donde te corrieron cuando llegó Felipe Calderón Hinojosa; en 2006 regresaste a Nuevo León con un botín difícil de estimar y de esconder, hasta que Hora Cero te evidenció.

Ha poblado su mediocre carrera con mentiras, chantajes, calumnias que pretende disfrazar con periodismo, con un currículum que no es más que cúmulo de antecedentes falseados,
inflados, exagerados.

HHJ: Mi limpio currículum fue avalado por la UANL, de donde egresaste también, nombrándome “Egresado de Excelencia en 2012”, junto a otras personalidades como Ildefonso Guajardo, actual secretario federal de Economía, un reconocimiento que nunca obtendrás por tu pasado corrupto.

Medra en las orillas del poder político, rasguña aquí y allá, ofende a sus colegas de los medios porque no le rinden pleitesía, porque no le atienden las llamadas, porque no lo reciben.

HHJ: Otra falsedad Eloy. Tu perteneces a un grupo de pasquineros que ofenden al gremio periodístico, que escriben basura como los párrafos que respondo. Te ostentas como asesor de políticos a quienes defraudas, como lo hiciste en 2010 cuando el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, te despidió, primero de director de comunicación social, y luego de subsecretario del Trabajo.

Todo desde la trinchera invisible del anonimato, bajo pseudónimos, con autoelogios descarados, fácilmente parodiables.
Sujetos como él ridiculizan una profesión que es digna y honrosa por más que pretenda mancillarla con sus críticas efímeras, con sus textos basura.

HHJ: Los “textos basura” a los que te refieres han sido reconocidos a nivel nacional e internacional desde que Hora Cero nació en 1998, mientras te dedicabas a enriquecerte ilícitamente como funcionario menor del ILCE.

Este personaje vive en las tinieblas del rencor, del desequilibrio emocional, de la nula autoestima, de la envidia, de la soledad miserable.

HHJ: Eloy, aprobaría perfectamente un examen psiquiátrico, el cual tu reprobarías en la primera cita. Y quienes te conocen o han trabajado contigo, porque yo no tengo ese desagrado, lo confirmarían.

Desperdicia sus escasas habilidades de reportero para inventarse enemigos, de igual forma como inventa encuestas, como inventa reportajes, como inventa información.
Es como los pollos pelones cuando no reciben su maíz.

HHJ: Como empresa encuestadora, Hora Cero fue reconocida a nivel nacional por la prestigiada revista Nexos. Y tienes razón, tengo enemigos gratuitos, muchos de ellos acomplejados por mi trayectoria como tú, así como otros miembros de tu pandilla de bandidos.

Todos juntos, te lo puedo asegurar: son infinitamente enanos comparados conmigo, corruptos y mantenidos de la política.