Reynosa, Tam. / MEDIA HORA.-
Un aparatoso choque frontal en la carretera La Ribereña dejó como saldo preliminar un bebé de dos meses sin vida, a sus jóvenes padres de familia gravemente heridos, así como a otras dos personas que viajaban en el vehículo que los impactó.
La familia en desgracia viajaba a bordo de un auto Malibú por la carretera referida de poniente a oriente, cuando a la altura del kilómetro 3.6 fue brutalmente impactada de frente por una camioneta Jeep Cherokee que iba de oriente a poniente, pero que invadió carril aparentemente por una falla mecánica.
El percance ocurrió aproximadamente a las 13:50 horas de ayer.
El presunto responsable del encontronazo bajó de su camioneta y junto con una persona que le acompañaba se fue en un taxi para solicitar auxilio en el Hospital Muguerza, mientras que la familia que iba en el Malibú quedó gravemente herida.
El bebé que de acuerdo con información de Tránsito de Reynosa perdió la vida unas cuatro horas después de su ingreso al Hospital Muguerza, fue identificado como Eduardo Reyna Álvarez, de tan solo dos meses de nacido.
El padre del bebé, quien quedó prensado y resultó gravemente herido fue identificado como Erick Eduardo Reyna Rodríguez y su esposa, quien viajaba de copiloto –con el niño en brazos- es Sofía Álvarez Álvarez, quien anoche se encontraba grave pero estable en el Hospital Muguerza.
La familia en tragedia son vecinos del Fraccionamiento Los Caracoles.
El pronóstico del jefe de familia Reyna Rodríguez era reservado, pues fue ingresado al quirófano del Hospital Muguerza con probable fractura de cervicales y politraumatismo en gran parte del cuerpo.
Testigos del percance dijeron que la camioneta Cherokee, cuyo conductor no fue identificado, “se clavó” repentinamente hacia su lado izquierdo, chocando de frente y proyectando al Malibú, que tras dar varios giros fue a detenerse en el portón de un negocio.
Al ver la magnitud del percance, algunos testigos llamaron al Centro de Emergencias.
La escena era desgarradora. Erick Eduardo Reyna Rodríguez estaba prensado entre los fierros retorcidos de su auto, inconsciente, sangrante y desvanecido, recargado en el hombro de su mujer, Sofía Álvarez Álvarez, quien también estaba fuera de sí; el bebé mal herido, yacía en el piso del auto.
Un trabajador de un negocio ubicado a un lado del sitio donde quedó el Malibú logró abrir la puerta del auto, tomó al niño entre sus brazos y en un taxi lo llevó al Hospital Muguerza, donde hicieron lo posible por salvarle la vida, pero poco después de las 18:00 horas pereció.
La infortunada madre de familia alcanzaba a balbucear para preguntar qué es lo que había pasado.
“Alguien me puede decir qué pasó”, alcanzó a decir para luego indicar que tenía seguro de gastos médicos y que los llevaran al Hospital Muguerza. Su esposo estaba muy grave, y en medio de su inconsciencia sólo lanzaba gemidos de dolor.
Socorristas de la Cruz Roja auxiliaron a la joven madre de familia y la condujeron al hospital.
Minutos después llegaron al sitio del accidente una hermana de la joven, Inarey Álvarez, su madre Rocío Álvarez y su tía Diana Álvarez, quienes son enfermeras en el IMSS y en Hospital Regional de Pemex.
Al principio sufrieron una crisis de nervios al ver a Erick Eduardo prensado y mal herido, pero luego las tres se sumaron al auxilio.
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