Washington, D.C.-
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunciará este miércoles su compromiso en utilizar el poderío aéreo de su país contra el Estado Islámico (EI) en cualquier lugar en que se encuentre, según extractos de un discurso distribuidos por la Casa Blanca.
“Esta campaña antiterrorista será realizada a través de un esfuerzo sostenido e incansable para atacar al EI donde quiera que sea, utilizando nuestro poder aéreo y nuestro apoyo a fuerzas aliadas en el terreno”, afirmará Obama en su alocución, según los extractos distribuidos.
En un esperado discurso, que cubrirán todas las cadenas de televisión, se espera que Obama también anuncie sus planes para reconstruir al debilitado Ejército de Irak y para armar y entrenar a los rebeldes moderados en Siria.
“Puedo anunciar que Estados Unidos liderará una amplia coalición para hacer retroceder esta amenaza terrorista”, dirá Obama a sus compatriotas, según las notas adelantados por la Casa Blanca.
El objetivo, según Obama, será “degradar y finalmente destruir al EI mediante una amplia y sostenida estrategia antiterrorista”.
El mandatario, sin embargo, asegurará a los estadounidenses “que este esfuerzo será diferente de las guerras en Irak y Afganistán. No implicará a tropas estadounidenses luchando en territorio extranjero”.
Obama se propone explicar que estas acciones están en línea con la estrategia estadounidense en Yemen y en Somalia, donde la utilización del poderío aéreo (inclusive con aviones no tripulados) fue la columna vertebral de las operaciones.
Mientras tanto, en Irak, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que el ejército iraquí será “reconstruido y entrenado”.
– “No será una operación a corto plazo”
Obama ha dedicado gran parte de su presidencia a evitar problemas a largo plazo en Medio Oriente.
Pero el plan que explicará este miércoles podría extenderse por más tiempo que su propia presidencia, que termina en enero de 2017.
“Yo creo que los estadounidenses necesitan saber que (esta estrategia) no será una operación de corto plazo”, dijo este miércoles el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.
Obama habló previamente este miércoles con el rey saudita Abdalá. Ambos “estuvieron de acuerdo en la necesidad de entrenar y equipar a la oposición moderada siria”, informó el ejecutivo estadounidense en un comunicado.
La conversación telefónica representa un desarrollo significativo en la crisis, cuando Obama lleva meses oponiéndose a enviar armas letales a la guerra civil en Siria, aludiendo a la dificultad de identificar a los verdaderos moderados y temiendo que ellas puedan terminar en manos de extremistas.
Obama ha dicho repetidas veces a los estadounidenses, en honor a una promesa clave de la campaña electoral, que tras “terminar” la guerra en Irak no enviaría tropas a combatir sobre el terreno.
Sin embargo, no ha descartado enviar a instructores estadounidenses para ayudar a preparar a las fuerzas iraquíes.
– Discurso señalado
El discurso llega en un momento señalado: la víspera del 13 aniversario de los ataques del 11-S, cuando el radicalismo islámico a gran escala sacudió a Estados Unidos por primera vez.
La Casa Blanca insiste en que el EI, a pesar de ejecutar a dos periodistas estadounidenses, todavía no plantea una amenaza para el país.
Pero algunos funcionarios están preocupados con que el grupo pudiera enviar a algunos de sus combatientes extranjeros, armados con pasaportes occidentales, a organizar ataques en Estados Unidos.
Obama comunicó las grandes líneas de su discurso en una reunión con los líderes de las cámaras del país este martes, y el miércoles se reunió con su consejo de guerra en la Casa Blanca.
Funcionarios afirmaron que Obama estima que tiene la suficiente autoridad como para llevar a cabo esta nueva estrategia sin necesidad de pedir una autorización al Congreso.
Los republicanos se han mostrado en contra de la estrategia llevada a cabo hasta el momento por Obama.
“Nuestro presidente debe comprender que estamos en guerra y que debemos hacer todo lo posible, durante el tiempo que sea necesario, para vencer”, dijo el exvicepresidente republicano, Dick Cheney, uno de los impulsores de la invasión a Irak en 2003, lamentando el “declive del poder militar estadounidense” a causa de recortes presupuestarios que calificó de “irracionales”.
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