Hoy es 15 de septiembre, será un festejo patrio pasado por agua, como dicen en la página digital de Hoy Tamaulipas, “si ya saben cómo se pone Tláloc para qué lo invitan”.
Y vaya que al Dios de la lluvia le gusta causar estropicios cuando le da por caer y con fuerza en territorio tamaulipeco donde ya se registró la muerte de una persona que se fue con todo y coche a un vado. No está de más atendamos las recomendaciones y evitemos lo que Protección Civil indica en cuanto a cruzar ríos o corrientes de agua que pueden parecer tranquilas.
Tamaulipas tendrá la celebración del Día del Grito de Independencia meciéndose aún en las palabras que vertiera Enrique Peña Nieto en su visita el viernes a Reynosa. Queda aún el sabor de la borrachera ante tantas buenas noticias, como el que ya se pueden hacer otra vez transacciones en dólares sin importar el monto, aunque para quienes a duras penas tenemos pesos el tema nos pasa de noche, a menos que tengamos una empresa que maneje más de los 14 mil dólares anuales que se permitían antes de que llegara Peña a devolvernos la dolarización de la economía.
La apertura para las transacciones en dólares supongo que no significará luego que se devalúa el peso y los bancos se quedarán con la divisa estadounidense como ya ocurrió hace unas décadas en que los ahorros en dólares se volvieron pesitos, ni siquiera pesos.
Dice Peña que los beneficios de las reformas empiezan a sentirse en la economía. Bueno, no sé si en la suya, su economía, porque en la mía baja el cero y no contiene, como se explicaban las matemáticas antiguamente.
Cuando oigo hablar a Peña me dan ganas, de verdad ganas, de que todo lo que dice sea verdad, después de todo la esperanza es algo que nunca muere. Eso dicen los optimistas.
En tanto se dolariza mi economía, hoy celebraré “lo que nos queda de Patria”, como me escribió un amigo.
Espero que usted estimado lector y lectora, también tenga un buen lunes, aunque llueva y haga frío y los niños no hayan tenido clases y mañana sea día de desfile.
LA FRASE:
“Es una civilización tan dura que a veces no piensa que sería mucho que cumpliéramos con la ley del talión. Nosotros somos testigos de las terribles consecuencias que deja el crimen organizado, además las guerras civiles y las continuas guerras regionales en donde la crueldad y la barbarie crecen por no tener límites”.
Palabras del arzobispo Norberto Rivera en la homilía dominical. Y eso que el cardenal no vive en Tamaulipas.
OTRA FRASE:
“El superaeropuerto (sic) debería empezar con la garantía de la presente administración para que cada peso se cuente bien, impoluto y a salvo de la corrupción rampante del país”, es la observación a Peña Nieto desde la catedral en la Ciudad de México por parte de Rivera Carrera.
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