Dallas, Tx. / Abril 1.-
Una ex enfermera de origen hispano fue acusada hoy de haber inyectado cloro a por lo menos 10 pacientes, provocando la muerte de cinco de ellos, en hechos ocurridos el año pasado en una clínica de Lufkin, en el noreste de Texas.
Un gran jurado del condado de Angelina acusó a Kimberley Clark Sáenz, de 35 años, de un cargo de homicidio capital y cinco cargos de asalto agravado en relación con la muerte de los pacientes, ocurrida el abril de 2008 en el Centro de Diálisis DaVita en Lufkin.
El procurador del condado de Angelina, Clyde Harrington, señaló que 19 pacientes murieron en la clínica entre diciembre de 2007 y abril de 2008, sin embargo, las autoridades no tienen evidencias médicas para vincular a Sáenz con el deceso de las otras 14 personas.
La clínica se vio forzada a cerrar por casi dos meses el año pasado ante el inexplicable incremento de muertes. Sus instalaciones reabrieron luego bajo una fuerte supervisión de las autoridades estatales.
La policía de Lufkin arrestó inicialmente a Sáenz en mayo de 2008, un mes después de que cerrara la clínica, acusando a la ex enfermera de dos cargos de asalto agravado por supuestamente haber inyectado cloro a dos pacientes que lograron sobrevivir.
La acusación emitida por el gran jurado suma otros cuatro cargos adicionales, incluyendo el de homicidio capital y tres de asalto agravado.
De ser declarada culpable, Sáenz podría ser sentenciada a la pena de muerte.
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