“Ya lo veía venir”, es una canción del grupo Moderatto, que aplica perfecto al caso del gobernador con licencia Ángel Aguirre, quien después de una gestión tan criticada en el caso de los muchachos desaparecidos y asesinados, tuvo que salir del cargo de una manera vergonzosa, al ex mandatario de nada le valió deshacerse de su secretario de Salud como un gesto de recomposición de su gobierno.
¿Ahora qué sigue?, se preguntan los ciudadanos y ciudadanas guerrerenses.
¿La salida del ex mandatario calma la angustia en el corazón de los familiares de los jóvenes desaparecidos? Indudablemente no, para ello tendría que haber respuestas creíbles, castigos para los responsables de este grave hecho.
Echarle a los leones la cabeza de Ángel Aguirre, perdón por el símil, no es la solución a la escalada de violencia en el país.
En México hace falta poner en su lugar y reparar lo que está descompuesto desde hace décadas, lo que ahora observamos es solo la pus que está brotando desde el sexenio anterior al presente y con licencias de gobiernos cuestionados no se solucionan los cánceres.
Este país atraviesa por una de sus peores etapas desde la Revolución, el enfrentamiento entre mexicanos está desangrándolo y pareciera que el actual gobierno no se percata de ello.
Por lo menos en la revolución había una ideología que marcaba el movimiento, las fotografías de aquellos hechos nos muestran la imagen descarnada de asesinatos, fusilamientos, colgados.
Pero de alguna manera los mexicanos le quitamos tremendismo al asunto pensando que la lucha sangrienta tenía un buen fin, hoy con lo que sucede a nuestro alrededor creo que ni aquellas muertes, ni las de ahora se justifican.
Porque vamos construyendo este país sobre cadáveres, muchos de ellos de personas inocentes, miles de menores de edad, jóvenes que se perdieron en la lucha fraticida que las autoridades de los tres niveles de gobierno se resisten a reconocer, pero que está a ojos vistas.
Ante lo ocurrido en Guerrero y los palos de ciego que anda dando el procurador Jesús Murillo Karam, creo firmemente que es el momento de repensar su permanencia en el cargo.
Después de tantos días sigue sin dar una respuesta satisfactoria a la desaparición de los jóvenes, cómo es posible que el padre Alejandro Solalinde con solo conversar con algunas personas conozca casi completamente la historia y sepa qué pasó con los muchachos.
Hay fallas muy profundas en la PGR, como en todo el aparato judicial mexicano, Murillo Karam debería de renunciar al puesto, no esperar a que lo hagan a un lado de manera vergonzosa como ocurrió con Ángel Aguirre.
Habrá que ver también quiénes los sustituirán, serán personas que sirvan a la ciudadanía o se sirvan del cargo, esa es la incógnita.
NO ES DIPUTADA, ES DIPUTADO
Hoy clausuran en Palacio Nacional la asamblea de la Conferencia Permanente de Congresos Locales, con la presencia de Enrique Peña Nieto quien así se saldrá un poco del asunto de la licencia del gobernador guerrerense y la desaparición de los estudiantes.
Ahí estará Ramiro Ramos, presidente de la Junta de Coordinación Política en su calidad de vicepresidente de la Copecol.
Nada más un detalle, en el boletín le cambiaron el género al coordinador de los diputados perredistas, Silvano Aureoles Conejo, ah pa´nombrecito, y lo pusieron como Silvana y diputada, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados. Tal vez se confundieron porque ese nombre y esos apellidos son sumamente raros.
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