México, D.F. / Abril 8.-
La Secretaría de Marina descalificó las versiones surgidas entre mandos militares de los Estados Unidos en las que se daba por hecho y se aseguraba que militares mexicanos participarían en la operación UNITAS 50, a desarrollarse frente a las costas de florida a finales de abril.
Sin embargo, la dependencia advirtió que “de aceptarse la participación, nuestra Armada tendría la oportunidad de mejorar las relaciones de cooperación y coordinación con las Armadas participantes, adquirir doctrina (sic) y técnicas que podrían ser empleadas en la protección de nuestras instalaciones estratégicas, en las operaciones de vigilancia de nuestras costas y mares, así como en la lucha contra la delincuencia organizada, entre otras”.
En un comunicado emitido hoy y que marca por primera vez la postura oficial de la Marina, se señala que será sólo el Senado de la República la instancia que dará la autorización definitiva para que buques, helicópteros y personal de la Armada de México participen en la operación UNITAS 50.
“Cualquier versión o aceptación sobre el tema que no surja del Senado de la República, carece de sustento y no refleja en modo alguno una postura oficial, toda vez que no es emitida por el Gobierno Mexicano a través de la vía legal correspondiente”, precisa el alto mando naval.
La postura de la Marina fue fijada tras la ola de rumores y declaraciones hechas por militares de los Estados Unidos, quienes aseguraron una y otra vez, durante tres días consecutivos, que la Armada de México estará presente por segunda ocasión en las operaciones UNITAS, que este año cumplen 50 de efectuarse a aguas del caribe, del Pacífico y del Atlántico sudamericano.
La Marina confirmó así lo publicado la tarde de ayer por EL UNIVERSAL en su portal de internet, en donde se indicaba que “mandos de la Armada de México rechazaron las versiones generadas en los últimos días en Estados Unidos, en las que se ha asegurado y dado por hecho que militares mexicanos participarán a finales de abril en las operaciones UNITAS 50”.
“Indicaron que será el día 14 de abril cuando el Senado de la República someta a análisis y votación si se otorga el permiso para la salida de dos buques, 329 elementos, dos helicópteros y dos lanchas interceptoras hacia Florida”.
En su comunicado de este día, la Armada de México explica que se ha seguido paso a paso el protocolo marcado en la Constitución Política de México, para cumplir en tiempo y forma los pasos a fin de que el Senado autorice su participación en ejercicios navales fuera del país, a realizarse del 19 al 7 de mayo de este en Mayport, Florida.
Señala la Armada de México que los ejercicios navales con organizados en conjunto por varias fuerzas navales para entrenarse, capacitarse y fortalecer vínculos con otros participantes.
Ayer martes EL UNIVERSAL publicó en página de internet que en caso de aprobar la participación de la Armada de México en la UNITAS 50 o UNITAS GOLD, la Marina enviará a las naves:
– Fragata F-214 ARM “Mina”, equipada con un helicóptero tipo Bolkow BO-105 y una dotación de 239 marinos.
– Patrulla Oceánica ARM Oaxaca, dotada con un helicóptero embarcado tipo Panther AS-565 y 59 tripulantes.
– Dos grupos de asalto anfibio de las Fuerzas Especiales de la Armada de México (ente 45 y 50 integrantes).
Ambas naves deberán zarpar entre el 15 y el 17 de abril hacia Florida, en una derrota que les tomará dos días, agregaron los mandos consultados.
En 2002, el alto mando naval, encabezado entonces por e almirante Marco Antonio Peyrot, ordenó la salida del buque F-212 Abasolo hacia el Caribe para sumarse a la UNITAS 43 Fase Caribe, sin el permiso de Senado de la República.
La salida de la fragata violó lo dispuesto en el artículo 76 de la Constitución mexicana, en el que se establece, en su fracción tercera, como parte de las atribuciones de los senadores, la facultad de “permitir la salida de tropas nacionales fuera de los límites del país, el paso de tropas extranjeras por el territorio nacional y la estación de escuadras de otra potencia, por más de un mes, en aguas mexicanas”.
La fragata salió del país durante dos semanas, autorizada solo por el entonces presidente Vicente Fox.
La polémica desatada casi le costó la destitución al almirante Peyrot y canceló las sucesivas invitaciones que se le hicieron a la Marina para sumarse a otras operaciones y ejercicios internacionales.
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