Washington, EU.-
En medio de ese llano en llamas que ha llegado a distintas ciudades de Estados Unidos con la muerte de jóvenes de raza negra a manos de policías blancos, el Departamento de Justicia anunció este lunes una nueva línea de defensa para evitar la detención de personas en operativos de tinte racial, sexual o confesional.
La medida, producto de cinco años de escrupulosa revisión, ha sido presentada como una nueva forma de blindaje y protección hacia esas minorías de EU que han tenido una larga historia de desencuentros y maltratos con los cuerpos policiales dominados por el hombre blanco.
En el memorándum que ha sido distribuido por el Departamento de Justicia en las agencias federales, estatales y locales se pone especial énfasis en algunos de los operativos que han sido motivo de constantes fricciones entre los cuerpos policiales y las comunidades negra o hispana.
“En la toma de decisiones policiales de rutina o espontáneas, así como en el manejo del tráfico ordinario, altos en semáforo y otras situaciones, los agentes federales encargados de hacer cumplir la ley no pueden dejarse llevar por criterios de raza, etnia, género, religión, orientación sexual o identidad de género, excepto en casos donde haya una descripción muy específica sobre un sospechoso”.
“Como fiscal general he manifestado repetidas veces que dejarse llevar por el perfil racial a la hora de aplicar la ley no sólo es incorrecto, sino que es equivocado e ineficaz y, en última instancia, socava la confianza del público. Particularmente a la luz de los recientes incidentes que hemos visto a nivel local y ante la falta de confianza en el proceso de justicia penal, es imperativo tomar todas las medidas para instituir prácticas policiales buenas y fuertes”, dijo el Fiscal General de EU, Eric Holder, al dar a conocer una nueva batería de directrices que buscarán impedir que las agencias policiales etiqueten a la gente por el color de su piel, su confesión religiosa o sus preferencias sexuales.
Las medidas serán aplicables a agencias federales bajo el Departamento de Justicia, incluyendo el Buró Federal de Investigaciones (FBI), la agencia federal antidrogas (DEA) y el Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF). Se extenderán, además, a las agencias de departamentos locales que integren fuerzas especiales conjuntas con agentes federales.
Los intentos de Holder por terminar con las actuaciones de tinte racista de la policía han coincidido con el resurgimiento en los últimos días de protestas en ciudades como Ferguson, Nueva York, Oakland o Cleveland por la brutalidad policial contra miembros de la comunidad afroestadounidense.
En la noche de domingo a lunes, los enfrentamientos de la policía contra manifestantes en Berkley y Oakland se saldaron con el arresto de casi una docena de personas que se enfrentaron con grupos antimotines. Los manifestantes reclaman que los policías blancos culpables de las muertes de Michael Brown, en Ferguson, y de Eric Garner, en Nueva York, hayan sido exonerados por el gran jurado.
En la capital, manifestantes que llevaban carteles con los nombres de estadounidenses negros muertos a manos de la policía marcharon afuera del Capitolio y el Departamento de Justicia, en marchas pacíficas para demandar una investigación de derechos humanos.
Discussion about this post