México, D.F.-
“Conmigo se acabaron las cortesías”, afirma el dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete; “no me verán en un evento” con el presidente (Enrique) Peña Nieto.
“No tengo motivo. ¿Para qué? ¿Para llenar una silla en el presídium?, ¿Para aplaudir un discurso?, ¿Para saludar al gabinete?… No hay razón”, dice al marcar distancia del gobierno federal, con el que, anuncia, habrá confrontación.
En política “hay tiempos de diálogo, tiempos de acuerdo, tiempos de diferenciación y tiempos de confrontación, vienen tiempos de confrontación” dada la cercanía de las elecciones de 2015, prevé el perredista.
Al cumplir dos meses al frente del PRD, Navarrete Ruiz se sincera, en entrevista con EL UNIVERSAL:
“Nunca me imaginé lo que iba a encontrarme (…) para mí fue una verdadera sorpresa” lo que halló al asumir el cargo, pues en cuestión de horas detonó el caso de la desaparición de normalistas de Ayotzinapa, protagonizado por un gobierno perredista, en Iguala, Guerrero, entonces a cargo de José Luis Abarca, ahora detenido.
Iguala cambió al país en meses, cimbró al PRD, como lo hizo la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas, pero ahora el partido debe seguir adelante, dice.
Por eso proyecta a partir del 10 de enero un “nuevo rostro” para su partido, que en el 2015 se juega su futuro, pues se verá si sigue siendo útil o no a la sociedad.
El dirigente perredista recuerda que para evitar casos futuros como el de José Luis Abarca el PRD echó a andar un protocolo para investigar a sus alcaldes y blindar sus candidaturas, lo que —anticipa— estaría por dar frutos: “pronto podremos tener las primeras acciones contundentes”.
Esa precaución no hubo en Iguala, y admite que “el PRD cometió un error de postulación de un personaje y lo está pagando caro, pero (eso) no puede llevarlo a la extinción… a diferencia de otros partidos políticos sí reconocemos nuestros errores y estamos dispuestos a rectificar. El cinismo no es lo nuestro”, advierte el dirigente.
En cambio, dice que el PRI “está muy ocultito, muy protegido viendo por la rendija nada más como están las cosas” aunque fue en el ayuntamiento priísta de Cocula donde desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El otro actor, el gobierno, en tanto, está en desconcierto. El discurso “grandilocuente” del Presidente sobre las grandes inversiones que ya venían con la reforma energética “se derrumbó”, y hoy vive su peor porcentaje de aceptación desde hace casi 20 años.
El 26 de septiembre en Iguala “tiene similitud con el primero de diciembre de 1994 con el levantamiento zapatista: trastocó la situación del país y descompuso al gobierno. En aquél tiempo ocurrió frente al Tratado de Libre Comercio y ahora ha ocurrido con el discurso optimista del presidente (Enrique Peña Nieto) del 1 de septiembre diciendo ya están las reformas”, valora.
¿Cuál va a ser la relación con Peña Nieto? Se criticó en el pasado la relación estrecha para acompañar las reformas en el marco del Pacto por México.
—Hay tiempos de diálogo, tiempos de acuerdo, tiempos de diferenciación y tiempos de confrontación… porque viene una elección vienen tiempos de confrontación, de diferenciación de proyectos uno frente al otro.
¿Se acabaron las cortesías?
—Conmigo se acabaron las cortesías.
¿Lo veremos en algún evento con el presidente Peña Nieto?
—No tengo motivo, ¿Para qué? ¿Para llenar una silla en el presidium? ¿Para aplaudir un discurso? ¿Para saludar al gabinete? ¿Cuál es mi mensaje, con quién quiero quedar bien, con el gobierno o los electores del PRD? Me parece que es muy simple (la elección).
Sobre lo ocurrido en Iguala, Guerrero, ¿qué parte de responsabilidad tiene el PRD?
—El Partido de la Revolución Democrática tiene responsabilidad política pero no más y tampoco menos. Los perredistas no asesinaron a nadie, fueron los delincuentes los que actuaron, coludidos con un funcionario público. Hubo errores políticos, claro que los hubo, pero fundamentalmente de la autoridad investigadora.
¿Por qué en este caso responsabilizar al presidente Peña Nieto?
—Porque sintetiza la cabeza del Estado mexicano, de él depende Gobernación, (por eso ) ¿Cuántos mexicanos estamos esperando un ajuste de gabinete presidencial que no llega? y todos nos preguntamos por qué.
El PRD tiene una responsabilidad política, la del presidente Peña Nieto ¿de qué tipo?
—Política y jurídica.
¿Cómo resuelve el problema de los 43 estudiantes desaparecidos un ajuste en el gabinete?
—No lo resolverá. Mientras los muchachos no aparezcan, la demanda pública se va a mantener. Son temas que nunca se cierran.
¿De qué sirve?
—No es que sirva, es que es indispensable que quienes estaban encargados de monitorear la realidad del país rindan cuentas.
¿Deberían irse (Miguel Ángel) Osorio Chong y (Jesús) Murillo?
—En mi opinión el Presidente de la República debe ajustar su equipo si quiere enfrentar en mejores condiciones este reto que es mayúsculo.
¿Qué errores cometió la dirigencia del PRD? Hubo una denuncia previa de (René) Bejarano.
—Que se dio en medio de una disputa brutal de corrientes, acusaciones y contra-acusaciones, se perdió la denuncia en el mar de acciones internas y no se dio institucionalmente.
¿Iguala es la tumba del PRD?
—No, el error de un hombre no podrían ser los cuatro millones y medio de afiliados. El PRD cometió un error de postulación de un personaje y lo está pagando caro, pero no puede llevarlo a la extinción… a diferencia de otros partidos sí reconocemos nuestros errores y estamos dispuestos a rectificar. El cinismo no es lo nuestro.
En el PRI sí. Se les dice que son ‘una bola de corruptos’ y ni se inmutan. Ni colorados se ponen y al PAN se les dice que salieron peor al PRI en esa materia y en otras y medio se sonrojan y no pasan de ahí: En el PRD no. En el PRD reconocemos lo que hicimos mal para corregir y en eso estamos.
Dice que en las elecciones de 2015 se va a poner a prueba al PRD.
—Cada tres años en un sistema donde hay elecciones los electores ratifican el compromiso con los partidos o se lo retiran, por eso un partido en la oposición puede llegar al gobierno; si está en el gobierno puede irse a la oposición.
El peso de las bancadas lo determina el porcentaje electoral. ¿Qué porcentaje de mexicanos sigue creyendo que el PRD es que lo representa? ¿Qué porcentaje de los mexicanos dice ‘mi partido es el PRD y yo voto por él’? Lo veremos en junio. Ahora ¿Hay que esperar de brazos cruzados a ver qué dicen los electores en junio? No… hay que ir a reencontrarnos con el electorado.
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