Les encanta sufrir

No cabe duda, a los Tigres les encanta sufrir, y hacer que su afición también lo haga, y el sábado anterior ante Necaxa fue el fiel reflejo de lo anterior.
Los felinos tenían todo para asegurar prácticamente su salvación y la permanencia en Primera División, sin embargo, los fantasmas de este tipo de encuentros ante los rivales directos en la lucha por el no descenso, volvieron a aparecer e hicieron de las suyas en el último minuto de la compensación y perdieron con un gol que los necaxistas celebraron como si hubieran ganado el campeonato. Las tribunas del Estadio Victoria en Aguascalientes parecían una auténtica sucursal del Universitario. Más de 3 mil regios hicieron el viaje hasta tierras hidrocálidas pensando en que éste sería el juego donde su equipo lograra la salvación anhelada.
La verdad, es que Tigres hizo, quizá, su mejor partido del torneo. Puso actitud, coraje, determinación y por momentos hasta buen futbol, lo malo es que adolecieron del mismo mal que los ha aquejado todo el Clausura 2009: la falta de contundencia.
A pesar de todo, las cosas siguen todavía en sus manos para eludir el descenso, sobre todo gracias a que los Indios de Ciudad Juárez parecen empecinados en ser ellos los que vuelvan a la Primera ´A´ luego de apenas un año de haber conseguido el ascenso.
Tras la derrota en Aguascalientes, le restan tres fechas al torneo y los auriazules enfrentarán a Santos como locales, visitarán al superlíder Toluca y cerrarán en casa ante el Morelia de Tomás Boy. ¿Cuántos puntos podrán rescatar? De acuerdo a lo que han venido haciendo no más de cuatro.
Lo bueno es que Indios tiene un calendario más que complicado, con dos salidas consecutivas: a Puebla y Cruz Azul, para cerrar como locales frente a las Chivas. ¿Pronóstico? No harán más de tres puntos.
Tigres incluso podría perder sus tres juegos restantes y salvarse, siempre y cuando Indios no haga más de tres unidades. Si los fronterizos lograr sumar cuatro, los felinos necesitarían uno para salvarse; si hacen cinco le harían falta cuatro; en tanto que si ellos suman seis tendrían que hacer siete, pero si los fronterizos logran siete ya pondrían a temblar a los regios.
En este último caso, los felinos tendrían que voltear a ver al Necaxa, al que hoy le sacan dos unidades, y que los hidrorayos no hagan un punto más que ellos en los últimos tres juegos.
A menos que suceda una verdadera tragedia, Tigres no se va a Primera ´A´, pero ahí no acabará el problema, porque para el inicio del Apertura 2009 los fantasmas de la porcentual volverán con igual o mayor fuerza.
Por lo que desde ya Cemex y Sinergia Deportiva deben empezar a ver lo que harán para que la institución empiece a salvarse.
¿Cómo hacerlo?, ése es el problema. En los últimos años los directivos felinos han mostrado que no pueden con el paquete y en Cemex no han hecho nada relevante para enmendar los errores que los han llevado a esta situación.
Durante el partido ante Necaxa, en el palco 113, Enrique Borja prácticamente se comía las uñas al ver cómo en la cancha el equipo no era capaz de reflejar el dominio que ejercía sobre Necaxa. Al poco rato apareció el consejero delegado, Raúl Salinas, para hacer más dantesca la escena.
Al caer el gol de Diego Cervantes, Borja se llevó las manos al rostro enrojecido de coraje, mientras en los pasillos fuera del palco, Raúl Salinas caminaba de un lado al otro buscando una explicación, pero obviamente sin encontrarla.
Una sugerencia, el primer paso para empezar a salir de estos problemas es que al presidente que esté al frente, ya sea Borja o alguien que venga a reemplazarlo, deben darle la autonomía suficiente para ejercer su función y no sólo lo haga en el papel. Deben desaparecer el famoso, e inútil, consejo que sólo ha hecho mal y no ha aportado nada para el bien del equipo.

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