En esta época del año no importa que el dólar esté caro y ande por arriba de los 15 pesos y que esté muy escaso, los únicos que se quejan son los casacambistas que no tienen dólares para vender, pero los ciudadanos de pie, esos no se quejan.
Gustosos vamos a la casas de cambio por unos dólares, qué importa hacer fila de dos a tres horas en los puentes internacionales, aparte vamos con la familia, ellos también traen dólares para gastar, así es que no hay nada de que preocuparse.
Es una lástima comprar el dólar tan caro y sobre todo despreciar los artículos y productos que venden del lado mexicano, sobre todo si somos residentes fronterizos, nos convertimos en malinchistas de la noche a la mañana.
Pero es que también nadie se quiere comprar pantalones o camisas de marca desconocida en las tiendas mexicanas, los pueden poner al 2×1 y aún así la gente le piensa, porque saben que la calidad de la mercancía es muy mala.
A los fronterizos de Reynosa y Matamoros les vale, ellos hacen largas y tediosas filas para cruzar a McAllen y Brownsville, algunos madrugan para hacer menos fila, pero no importa, ellos van contentos con toda la familia porque saben que se la van a pasar de maravilla allá en los Estados Unidos.
¿Pero quién tiene la culpa de que el dólar esté tan caro? Pues el gobierno; si verdaderamente quieren que los fronterizos nos quedemos en México ofrezcan productos y servicios más baratos y de mayor calidad, pero de qué sirve comprar una TV de plasma, si en menos de un año, tiempo en el que vence la garantía, el artículo se descompone.
De qué sirve comprar tablets, teléfonos celulares, laptops o aparatos electrónicos, si antes de que venza la garantía los aparatos empiezan a presentar fallas y ya no te hacen válido ese derecho, a menos que hayas comprado un seguro.
Pero nadie más tiene la culpa, sólo el gobierno, y me refiero a los tres órdenes de gobierno como popularmente dicen, ellos son los culpables de que muchos fronterizos vayan de paseo a vacacionar en esta bella época decembrina a los Estados Unidos.
Todos estamos cansados de la inseguridad, no hay garantías, y llevar a la familia a algún lugar turístico en México es correr muchos riesgos, es poner en peligro la vida de tus seres queridos, por ello Acapulco, Cancún, Mazatlán y otro,s dejaron de ser punto de interés para los mexicanos.
Pero no importa que tan caro este el dólar, las familias prefieren pasar unas vacaciones en Estados Unidos que arriesgar la vida en un viaje, que a lo mejor se puede convertir en un viaje sin retorno.
Pongan el dólar a 20 pesos, las filas seguirán en los puentes internacionales, lo que tienen que hacer es acabar con la inseguridad y tomar verdaderas medidas para que la gente recupere el ánimo de viajar al interior del país.
Que padre sería gastar pesos en alguna cálida playa de la Riviera Maya o del Pacífico, pero no, el gobierno le apostó a tener un peso débil e hicieron crecer el dólar con medidas financieras donde el único que perdió fue el gobierno.
Por si eso fuera poco, los paisanos que traen unos cuantos dólares guardados pasan largas horas, días y semanas a la espera que les otorguen el permiso para internar sus vehículos texanos a México.
Bueno ya ni los paisanos quieren venir a su tierra, y eso que traen varios dólares en la bolsa para gastarlos en México con su gente, pero son tantas las trabas, que ya hasta los connacionales desprecian a su “México Lindo y Querido”.
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