Cd. Victoria, Tamps. / Abril 24.-
Por considerar que estas construcciones tienen poco espacio para la convivencia, las construcciones verticales de casa habitación ya fueron bautizadas por los vecinos como “palomares” o “pichoneras”.
Francisco de la Rosa Buenrostro, delegado estatal de INFONAVIT, comentó la idea de impulsar un convenio de colaboración con los gobiernos municipales y el Estado a fin de ofrecer algunas prerrogativas a los desarrolladores, quienes al recibir estos beneficios ampliarían los espacios de esas casas en construcción.
“Esto no es un responsabilidad que le competa únicamente al INFONAVIT, puede coordinar esfuerzos para poder cristalizar ese sueño, tiene que ver con una agrupación de empresarios para que crean una empresa integradora para alcanzar precios de materiales más baratos e impulsar mejores convenios municipales, como se está haciendo ya en Reynosa”, expresó.
Bajo este contexto, los apoyos municipales para los desarrolladores se traducirían en una reducción al pago de agua, derechos de licencias de construcción, entre otros, “para que los edificadores al recibir estos apoyos se traduzcan en beneficios al trabajador haciendo casas más grandes, en más metros de vivienda”, insistió.
De la Rosa dijo que la otra causa que ayudaría a la edificación de viviendas más amplias es de índole cultural, para que de una vez por todas los trabajadores acepten viviendas verticales, es decir que aprueben más construcción por menos espacio libre, “que quiere decir más construcción por menos espacio libre, en Altamira ya se está llevando a cabo para que todos ayuden a revertir esta situación”.
De acuerdo a los números oficiales dispersados por el INFONAVIT, una vivienda económica alcanza un nivel de construcción a los 35 metros, “lo que sucede es que los acreditados que adquieren una casa, como todos los mexicanos, piden que ésta tenga un patio al frente y otro atrás y en este caso las viviendas verticales o cuádruples lo revierten”, sentenció.
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