Monterrey, N.L. / Abril 27.-
El sur de la zona metropolitana de Monterrey hoy luce diferente: la alerta por la influenza porcina en Nuevo León ahuyentó a los comensales de los restaurantes; a los estudiantes de las aulas; a los consumidores de los variados comercios como estéticas y ferreterías. En cambio, en las farmacias los cubre-bocas escasean.
En el Tecnológico de Monterrey y en el campus Mederos de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) los guardias de seguridad sustituyen a los miles de estudiantes que este lunes deberían de estar en clases normales, pero sólo los segundos tienen tapadas sus bocas como media precautoria.
Sobre la transitada Avenida Eugenio Garza Sada, el propietario de un negocio de lavacoches repartió entre sus empleados los cubre-bocas, pues están al contacto permanente con superficies de vehículos -dijeron- que quizá hayan estado en la capital del país o en estados vecinos durante la Semana Santa.
En un negocio farmacéutico, una empleada dijo a Hora Cero que los cubre-bocas se agotaron desde hace dos días “y no sabemos cuándo nos ven a llegar más”. Mientras tanto un estudiante admitió haber ido a dos farmacias sin poder comprar aunque fuera uno.
Mientras los candidatos suspendieron sus campañas rumbo a las elecciones del 5 de julio cuando se eligen gobernador del Estado y alcaldes, Rodrigo Medina, del PRI, señaló en entrevista a una radiodifusora que sus equipo saldría a las calles a regalar tapa-bocas.
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