Los jugadores de la selección brasileña llegaron hoy a la Villa Olímpica, cuyo restaurante tuvieron que abandonar apresuradamente apenas unas horas después ante el acoso al que estaban siendo sometidos, especialmente Ronaldinho, por voluntarios y atletas de otras delegaciones.
Según explicó hoy un portavoz de la “canarinha”, los futbolistas se vieron obligados a comer algo a la carrera y dejar las instalaciones debido al gran número de personas que se estaban arremolinando a su alrededor con el objetivo de ver de cerca a los brasileños, sobre todo a Ronaldinho, con quien pretendían fotografiarse y a quien solicitaron autógrafos insistentemente.
La “verdeamarella” quedó encuadrada en el Grupo C del torneo olímpico de fútbol, cuyos partidos se disputaron en Qinhuangdao y Shenyang, donde también jugó y ganó ayer la eliminatoria de cuartos ante Camerún, por lo que había residido hasta hoy en hoteles cinco estrellas, auténticos búnkers de lujo reservados única y exclusivamente para los futbolistas a los que era imposible no ya acceder, sino incluso acercarse.
El propio Ronaldinho manifestó el viernes que la plantilla “canarinha” estaba “ansiosa” por dejar atrás la etapa de Shenyang y Qinhuangdao y viajar “por fin” a Pekín, donde “poder sentir los Juegos Olímpicos mucho más” y poder encontrase con otros atletas, entre los que citó al baloncestista estadounidense Kobe Bryant.
También el seleccionador brasileño, Carlos Cartano Bledorn Verri, “Dunga” , se mostró ayer optimista por el traslado a la Villa Olímpica pequinesa, si bien ya remarcó que deberían respetarse los horarios de las comidas y descanso de sus jugadores.
El cambio de Shenyang por Pekín obedece a que Brasil se enfrentará el martes con Argentina en el Estadio de los Trabajadores de la capital china por una plaza en la final del torneo ante Nigeria o Bélgica.
En este escenario entrenó Brasil hoy por la noche, una sesión dedicada a la recuperación de los jugadores que disputaron los cuartos ante Camerún y en el que sólo los suplentes se ejercitaron con intensidad.
Lo ocurrido al mediodía en el restaurante de la Villa Olímpica debió afectar a los integrantes de la “canarinha” , que se negaron a hablar con los medios de comunicación que acudieron a informar de la actualidad brasileña.
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