Matamoros, Tamps. / Abril 29.-
Siguiendo las indicaciones del Sector Salud, los festejos del 50 aniversario de la Diócesis de Matamoros se llevaron a cabo a puerta cerrada en la Iglesia Catedral de Nuestra Señora del Refugio.
Con los accesos a la Iglesia cerrados y un fuerte dispositivo de seguridad, llegaron 30 obispos y 120 sacerdotes procedentes de las diócesis del Distrito Federal, Toluca, Nuevo Laredo, Saltillo y los municipios circunvecinos a Matamoros.
La misa fue presidida por el Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Monterrey, Nuevo León, quien estuvo acompañado por el Nuncio Apostólico en México, Chistophe Pierre; el Cardenal y Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera; el Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano Monseñor Carlos Aguliar Retes y el Obispo de la Diócesis de Matamoros, Faustino Armendáriz Jiménez.
El Nuncio Apostólico en México, Chistophe Pierre, fue el encargado de ofrecer el mensaje del Papa Padre Benedicto XVI.
“Los hombres necesitan ayuda para ir por el camino de la verdad y del amor a Cristo. Que Dios ilumine y oriente al pueblo de Matamoros a favor de la justicia y la paz”, dijo Pierre, quien agregó que la feligresía debe de encomendarse a la Virgen de Guadalupe para que los proteja y ayude ante esta situación.
Invitó a todos los sacerdotes a que pidan en sus oraciones al Señor para que dé a la población fortaleza, generosidad y santidad.
Por su parte, el Obispo de la Diócesis de Matamoros, Faustino Armendáriz Jiménez, exhortó a los padres de familia, jóvenes y niños para que acudan al llamado de la Nueva Evangelización.
“Pueblo de Matamoros, pueblo de Dios el Señor está contigo, ofrezcamos al Mundo un testimonio de salvación”, expresó.
Armendáriz Jiménez puntualizó que en la actualidad han aparecido algunas devociones y practicas perversas, sin embargo el Espíritu Santo llama a su Iglesia a seguir los mandamientos del Dios.
Asimismo, Monseñor Carlos Aguiar Retes, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano señaló que en cada lugar el Obispo tiene la responsabilidad de aplicar las instrucciones que se han dado de la mejor manera para que las celebraciones eucarísticas se realicen sin riegos de contagio de la Influenza.
“Estamos preocupados y colaborando en todo lo que es posible. Al mismo tiempo queremos transmitirle serenidad al pueblo”, dijo Aguiar Retes, quien agregó que aún no se hace una notificación oficial por medio del Episcopado, ya que en cada lugar se vive de manera distinta esta contingencia.
LLEGAN BAJO FUERTE SEGURIDAD
Con un fuerte dispositivo de seguridad, arribaron a esta ciudad el Nuncio Apostólico Christophe Pierre y el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera Carrera quien señaló que la alerta de la influenza porcina no se vive de la misma manera en la Ciudad de México como en una diócesis rural.
“En cada diócesis se deberá tener la responsabilidad de adoptar las medidas para salvaguardar la salud e integridad de los fieles, por ello no debe de generalizarse por ahora la advertencia de cancelación de misas”, declaró.
Explicó que cada obispo deberá tomar las medidas que crea conveniente para proteger a sus feligreses.
“Por ahora entre semana no se ve necesario suspender las misas ya que asiste poca gente a las mismas, por lo que al no haber una aglomeración, no hay riesgo de contagio”, dijo Rivera Carrera.
El cardenal agregó que en el caso en los templos de San Judas Tadeo en los que se celebra la misa mensual cada 28 de cada mes, se pidió que se suspendieran las misas o en su defecto de querer realizarla se hiciera al aire libre a fin de que no se concentren en un lugar cerrado.
Al ser cuestionado por la situación de algunos jerarcas de la Iglesia Católica que se ven envueltos en problemas con la justicia, Rivera Carrera señaló que para la Iglesia son heridas.
“Pero que siempre debemos de tener el poder de purificarnos para convertirnos en agentes para dar las buenas nuevas”, dijo.
Por su parte el Nuncio Apostólico Christophe Pierre lamentó la cancelación de festejos de la Diócesis de Matamoros por la alerta epidemiológica de la Influenza.
“Pensando en la seguridad y la salud de los fieles lo mejor es continuar con el festejo haciendo oración y tomando la enfermedad como un momento de reflexión sobre lo que somos”, expresó.
Reiteró que no debemos de perder la esperanza ya que la muerte no es el final de todo sino que se debe creer en que siempre existe algo más como lo es Dios.
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