No sólo con dinamita se avanza en el boxeo Olímpico. Arturo Santos ha limpiado sus guantes de mala fortuna y avanzado por un camino, si bien no sencillo, al menos lo suficientemente medible como para poder mirar más allá de los cuartos de final, donde se ha ubicado.
Y es que si es capaz de vencer al francés Khedafi Djelkhir, situación asequible, las semifinales aún le evitarán medirse ante el favorito para colgarse el oro en la categoría de los 57 kilográmos, el ucraniano Vasyl Lomachenko, subcampeón del mundo amateur en su peso, durante el campeonato mundial realizado en Chicago en 2007.
Por supuesto que antes deberá derrotar a su oponente galo, quien terminó en la posición 33 en el evento mundial realizado en la ciudad de los vientos y al que al menos por lo visto hasta ahora, Santos supera en pegada.
No obstante, en semifinales le podría esperar un hombre que carga con la tradición pugilistíca de un país como es Cuba.
Idel Torriente aparece favorito para vencer a Shahin Imranov de Azerbaiyán, quien terminó noveno en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Cabe recordar que en el boxeo Olímpico ya no existe el combate por la medalla de bronce, por lo que si Arturo Santos vence a su rival francés habrá asegurado colgarse al menos un bronce en la justa asiática, y en semifinales podría sorprender con una victoria más para en la final, entonces sí, medirse a Lomachenko, candidato a la medalla dorada, luego de que en el primer cruce de los Juegos, el ucraniano tuvo que medirse al sembrado número uno, el ruso Albert Selimov, campeón Europeo del 2006 y del Mundo en 2008.
La suerte ha hecho su parte, falta que Santos complete la obra y se meta a la lucha por una medalla.
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