Monterrey, N.L. / Abril 30.-
Las calles vacías muestran un lado poco usual en la capital de Nuevo León. La gente en sus casas al pendiente de los noticieros y los mensajes de Felipe Calderón, presidente de México, anunciando la categoría 5 de la influenza porcina, alertan a la población.
La escasez de los cubrebocas en las farmacias, la poca afluencia en los centros comerciales han creado una tensa calma entre los regiomontanos, quienes parecen tomar las cosas con mucha alerta, a pesar de que el número de casos de enfermos han incrementado en el país.
No hay compras de pánico en Monterrey, pero hay quienes empiezan a abastecerse de botellas de agua, productos de lata y sobre todo platos y vasos desechables.
Los consejos de los especialistas, que están casi las 24 horas en los noticieros locales y de cable, van hacia el cuidado y la higiene en todos los aspectos: no saludar de mano ni besar a nadie, usar cubrebocas, pero también lavarse las manos de una manera continua.
Evitar también a personas que se vean enfermas, no estar cerca de ellas para evitar un posible contagio, que en caso de ocurrir, se deberá acudir a una pronta revisión médica.
Los precandidatos han aprovechado esta disyuntiva para repartir masivamente cubrebocas y alertar a la población, mientras las universidades y escuelas públicas han detenido sus labores, para anunciar su reanudación por lo menos hasta después del 6 de mayo.
En este paro obligatorio, las autoridades invitan a la población a estar en sus casas, acción que el comercio en general está siendo perjudicado en su actividad económica: cines, restaurantes y centros comerciales lucen poca actividad.
Igual las oficinas de gobierno como las federales, entre otras la Secretaría de Hacienda, que en esta época de recaudación fiscal, ha limitado las visitas a sólo aquellos contribuyentes que tuvieran una cita previa.
El día de ayer, las líneas telefónicas como la página de Internet, estaba caída por la sobresaturación de la demanda de los usuarios. Hasta la semana pasada, los contribuyentes podían asistir sin previa cita y eran atendidos para resolver sus necesidades de declaración anual y otros asuntos.
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