Monterrey, N.L.-
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) promueve en planteles de primaria y secundaria de Nuevo León el Programa de Prevención de la Violencia Escolar y la Cultura de Paz.
La titular de la CEDH, Minerva Martínez Garza, indicó que para ello iniciaron una nueva campaña de promoción y crecimiento de la red estatal de promotoras y promotores de derechos humanos en planteles de la entidad.
“El programa de niñas, niños y adolescentes promotores representa uno de los grupos más dinámicos de promotoría que ha logrado sumar el compromiso y voluntad de más de 10 mil estudiantes del estado, y se multiplica constantemente gracias al nuevo ingreso anual de las escuelas”, indicó.
En este marco, destacó la importancia de promover el respeto a la dignidad humana y la no violencia desde la formación básica, con el objetivo de afianzar la cultura de paz y derechos humanos en la sociedad.
“La voz de las y los niños ha pasado a ser una fuerza cada vez más poderosa en la prevención de las violaciones de los derechos de la niñez”, manifestó la ombudsman nuevoleonesa.
Por ejemplo, añadió, “en el terreno de la prevención de la violencia en las escuelas, la lucha contra la explotación de la niñez mediante trabajos peligrosos y agotadores, la prestación de servicios de salud y educación a las y los niños en situación de calle y el sistema de la justicia juvenil.
Por ello la CEDH, refirió que desde 2008 ha desarrollado en Nuevo León este programa a través del cual se capacita pedagógicamente a niñas y niños sobre los derechos fundamentales, las conductas de paz y los mecanismos que pueden utilizarse ante posibles violaciones de estas garantías.
Detalló que tras esta capacitación las y los estudiantes se convierten en promotoras y promotores de derechos humanos, lo que ha permitido ampliar la cobertura dentro de las mismas escuelas, con las madres y padres de familia y en la comunidad donde se ubican estos centros.
Todo lo anterior, apuntó Martínez Garza, genera una dinámica de promoción efectiva para visibilizar las necesidades sociales en el tema.
Enfatizó que es fundamental el compromiso de las y los docentes de incorporar los principios y criterios de derechos humanos en el proceso formativo, así como parte de los mecanismos de vigilancia y control de la seguridad y convivencia al interior de las escuelas.
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