México, D.F. / Mayo 3.-
Javier Saavedra cargaba con una dolorosa fama de “salado” hasta hoy sábado por la tarde. El veterano mediocampista rompió la maldición de no poder campeonar con Toros Neza y Tigres, para convertirse en el salvador de unos Indios de Ciudad Juárez, que lograron el milagro.
Saavedra entró de cambio y culminó una de las pocas opciones que tuvo el cuadro de Héctor Hugo Eugui (que jugaba con 10 hombres) para vencer al Cruz Azul, en un partido triste como las tribunas. No se lo creía, ninguno de Indios lo hacía de hecho, pero festejaban igual. Se quedaban en la Primera División, con esfuerzo… Corazón.
“Misión cumplida, logramos el objetivo, estoy muy feliz. Agradezco a los jugadores, a la directiva y a la gente de Juárez que se merece esto”, la voz de Eugui apenas se escuchaba por el desgaste del juego. “Este equipo merecía lo mejor y afortunadamente seguirá en Primera”, agregó.
El estratega de la escuadra juarense estaba convencido de que el duelo ante el Cruz Azul sería el último en su lucha por no descender, aún cuando sus jugadores tardaron en demostrarlo sobre el terreno de juego.
Los elementos de La Máquina mantuvieron el nivel que los tiene como el último lugar de la general. El técnico Benjamín Galindo luce cansado de no encontrar la chispa que prenda a un equipo sin alma.
Las oportunidades en el Azul fueron contadas. Los pocos aficionados de La Máquina que apoyaban desde afuera no se perdieron de nada, pues su equipo fue una calca de las últimas semanas, de hecho, no gana hace nueve.
Pero cuando parecía que Indios tendría que definir ante las Chivas en la última jornada (y con uno menos, tras la expulsión de Ricardo Esqueda, al 78’), apareció Saavedra (87’), quien ganó la espalda a Fausto Pinto y metió el esférico entre las piernas del meta Blanco, para lograr cumplir la misión de que La Tribu se mantenga en la Primera Nacional.
Discussion about this post