Guadalajara, Jal.-
El desencajado rostro de Alfonso Sosa es fiel reflejo de la angustia que viven los Leones Negros. El equipo ha perdido el impulso que tenía al arranque del torneo. No se le ve mejoría. Y este domingo, una nueva derrota como local, esta vez frente a Tijuana por 1-0, ha ratificado al equipo como serio aspirante a descender.
Es la Universidad de Guadalajara el conjunto obligado a buscar, desde el silbatazo inicial, un buen resultado. Sin embargo, como el propio estratega ha reconocido, la garra de esta escuadra no es la misma. Tiene la responsabilidad, pero le falta el talento, que antes sustituía con entrega, pero que hoy simplemente es una marcada ausencia.
Sus embates poco daño hacen. Jesús Vázquez prueba con un disparo desde afuera del área que termina en las manos de Cirilo Saucedo (2’) y poco más tarde el ecuatoriano saca un zurdazo potente, que rechaza el arquero visitante (8’). Acercamientos, sí, pero sin sensación clara de peligro. El conjunto universitario luce “chato” al frente.
Y Tijuana, uno de los conjuntos más sólidos en lo que va del certamen, tiene inteligencia suficiente para “cazar” una oportunidad. El ecuatoriano Jonathan Gonzáles comete un grave error y permite que Alfredo Moreno encare solo al portero Humberto Hernández. El “Chango” define ante la salida, pero el “Gansito” rechaza.
La mala fortuna para los Leones Negros es que esa pelota rebotada en el guardameta, va al centro del campo, fuera del área, donde el argentino Gabriel Hauche tiene el arco de frente y dispara raso, al fondo de las redes. Gol de los Xolos, que se ponen en ventaja apenas a los 11 minutos de arrancado el encuentro.
Poca capacidad de respuesta tiene la UdeG. Tijuana, por su parte, maneja el encuentro a su antojo. Establece el ritmo que le conviene. Y cerca se queda de ampliar la ventaja al 26’, cuando Marcelo Alatorre se equivoca de fea manera al dejar pasar la redonda dentro del área, pero Gabriel Hauche estrella su remate en el “Gansito”.
En la segunda parte, los Leones Negros atacan con más desesperación que capacidad. Es un equipo “chato”, dicho está. Un tiro libre ejecutado por Jonathan Gonzáles supera a la barrera, pero carece de dirección. Va al centro, donde Cirilo Saucedo sólo tiene que saltar y levantar la mano para desviar a tiro de esquina.
La Universidad de Guadalajara está entregada al frente. Mucha intención. Cero imaginación. En esa búsqueda del empate, cede espacios atrás. Dayro Moreno encuentra una pelota profunda. Encara solo al arquero. Tiempo y espacio: las dos cosas que todo delantero desea para definir. Pero su remate de pierna derecha es tapado por Humberto Hernández y desviado a tiro de esquina. Se salvan los locales, al 68’.
Poco tiene que ofrecer el conjunto melenudo. La Universidad de Guadalajara se ha extraviado en el camino de la salvación. Ahora, avanza a ciegas. Sin darse cuenta que el sendero por el que deja sus huellas, conduce directo al descenso. El rostro del técnico tras el silbatazo final lo dice todo. En la tribuna, tímidos gritos exigen un cambio radical: “¡Fuera Sosa, fuera Sosa!”.
Los Leones Negros son últimos de la tabla porcentual y penúltimos de la general, con mísera cosecha de cuatro puntos tras siete jornadas disputadas. Los Xolos de Daniel Guzmán son el lado opuesto de la moneda, pues con 16 unidades, son líderes del Torneo Clausura 2015.
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