Alta especialidad naufragando

Muy bueno el artículo de Efraín Klerigan en El Expreso de Ciudad Victoria, quien aprovechó un informe de la Auditoría Superior de la Federación para dar un diagnóstico completo de las condiciones en que se encuentra el Hospital de Alta Especialidad en la capital del estado.

Concebido inicialmente para instalarse en Tampico, donde la oferta de personal médico calificado está probada y comprobada, por decisión de Eugenio Hernández y autoridades de salud que lo acompañaron en su gobierno se trajeron ese proyecto para Ciudad Victoria.

Nada en esos momentos barruntaba la desgracia que caería en Tamaulipas, incluyendo obviamente la capital del Estado lugar intocable hasta esos años por la delincuencia.

El panorama se transformó y dio paso a la incertidumbre; la inseguridad fue afectando cada renglón de la vida tamaulipeca.
Y llegó hasta el Hospital del Alta Especialidad.

Este lugar es, por así decirlo, el sitio más emblemático en materia de efectos de la inseguridad en Tamaulipas, hasta hoy no ha podido cumplir con su cometido, la falta de especialistas es evidente, los médicos reconocidos no han querido venir a radicar a esta entidad, el temor de lo que pueda ocurrirles les ha hecho declinar invitaciones para unirse al equipo de trabajo que aquí opera.

Pese a los esfuerzos del doctor Norberto Treviño, secretario de Salud, de aumentar la planta de especialistas quien ha publicado convocatorias en diferentes partes del país, pero los resultados no han sido los esperados.

Cuando hemos tenido la oportunidad de visitar este sitio la soledad es casi total, el personal anda viendo qué hacer, las recepcionistas no dan pie con bola, son muy amables, pero les falta trabajo, guía y supervisión en el desempeño de sus funciones. Como quien dice, ofreciendo una disculpa anticipada a su director, el hospital de Alta Especialidad naufragará si no se hace algo al respecto y pronto.

El nosocomio fue creado con la idea de ofrecer a toda la región la atención de un lugar top en servicios de salud. No ha resultado así, por ejemplo, hay médicos calificados para hacer trasplantes pero no están las condiciones que permitan la realización de esa clase de cirugías porque el equipo que se necesita no ha sido adquirido.

Y aunado a esta situación están las condiciones en que el gobierno federal ha arrendado este lugar incluido el equipo, al paso que va el pago de las amortizaciones no se realizará en los 23.5 años que se tiene de plazo, porque las instalaciones operan al 30 por ciento de su capacidad.

El costo de operación de este hospital está siendo absorbido por el gobierno, no les queda de otra, hasta que decidan qué harán con este barco necesarísimo pero que la inseguridad está obligando a naufragar.

Cuando Tamaulipas salga de este periodo de crisis, el hospital funcionará como era lo esperado, pero el tiempo no puede alargase indefinidamente porque en un descuido decidirán cerrarlo o vayan a ver cómo se resolverá la situación.

Lo que sí es cierto es que el Hospital de Alta Especialidad podría convertirse en un referente regional y atraer pacientes no solo de Tamaulipas, sino de los estados vecinos, pero primero se requiere terminar con la inseguridad y la violencia, para que los enfermos decidan venir aquí, porque como están las cosas actualmente, más caro les resultará el remedio que la enfermedad.

UNIR ESFUERZOS
Las secretarías de Salud y Educación decidieron iniciar un programa de atención a estudiantes de nivel básico, bajo el nombre de Escuelas Saludables y Seguras.

“La estrategia pretende sentar las bases para que en los próximos años las 4 mil 659 escuelas sean certificadas y se beneficien los casi 700 mil alumnos, en quienes se pretende crear una nueva cultura de la prevención de enfermedades, el autocuidado de la salud y que se potencialice hacia sus familias y comunidad”, explicó el doctor Norberto Treviño durante la reunión con Diódoro Guerra, secretario de Educación.

Estos dos secretarios coincidentemente son quienes suman más edad en el equipo estatal y varias veces se ha mencionado su salida del cargo, pero por lo visto, están más firmes que nunca, y en un descuido estos puestos no serán los que cierren su vida política.