El Congreso estatal pronto habrá de autorizar o no la Ley de Salarios Máximos que le envió el Senado para su revisión.
La semana pasada los senadores aprobaron una ley que indica que nadie, dentro del aparato gubernamental de los tres niveles, puede ganar más que el presidente de la República.
Esta decisión surgió por un lado, porque hay gobernadores e incluso alcaldes con sueldos exorbitantes y por otro, fue propiciada por la crisis económica que atraviesa el mundo.
Felipe Garza, presidente de la Junta de Coordinación Política dice que aún no reciben el documento donde se pone a consideración de los Estados esta legislación.
Garza lamentó que a los Estados se les envíen iniciativas de reforma constitucional sólo como mero formulismo sin dar oportunidad a la discusión.
Consideró que los legisladores en los Estados deberían tener mayor participación en la elaboración de nuevas leyes o su modificación que aplican en todo el territorio nacional.
“A los Estados no nos queda más que decir sí o no”, dijo Felipe Garza.
Quien señala que debería haber apertura para que los estados analicen qué les conviene.
Indicó que en el caso de Tamaulipas no se requiere legislar para evitar que alguien gane más que el gobernador. Aseguró que este es el que mayor sueldo percibe en la entidad en el aparato público estatal.
Respecto a la Iniciativa Privada tiene su propio escalafón de salarios dependiendo de las ganancias y pérdidas que obtenga de su actividad productiva.
Ahí no es posible que el Estado intervenga porque la I.P. paga impuestos de acuerdo al resultado de sus operaciones.
Sin embargo, Felipe Garza consideró que hay casos donde el Estado debe intervenir en las empresas privadas cuando éstas piden ayuda al Estado para no declararse en quiebra.
Y como tal, puso el ejemplo del Fobaproa donde empresarios mexicanos recibieron ayuda económica proveniente de los impuestos que paga el pueblo.
Actualmente se analiza apoyar al dueño de Cementos Mexicanos por los problemas económicos que atraviesa en su afán de expansión mundial.
Se requiere hacer una revisión de cómo los empresarios mexicanos encumbrados obtienen sus ganancias y el nivel de vida que llevan, lo que muchas veces representa un insulto para las clases necesitadas del país.
Así como se hizo una Ley de Salarios Máximos para el gobierno, sería conveniente que la clase empresarial revise también sus percepciones, ahí también radica parte de la pobreza que se vive en México.
Y FELIPE SALIÓ
Ayer fue el primer día después de la contingencia sanitaria en que Felipe Calderón decidió encabezar un evento público y sin tapabocas.
Y aprovechó para decir que México defendió a la humanidad al establecer las medidas de control sanitario aplicadas en todo el país y la paralización de actividades educativas.
Seguro que esa declaración es en respuesta a las dudas que tal vez nunca serán contestadas, sobre el por qué hubo medidas tan drásticas que afectaron el aparato productivo nacional.
Calderón sale así al paso de muchas interrogantes expresadas por la gente común en los medios de comunicación, así como periodistas nacionales e internacionales.
Sin embargo y pese a lo dicho por Felipe de que los mexicanos somos defensores de la humanidad, todos seguimos en trance, ni el regreso a clases hará que despertemos de la parálisis.
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