Dallas, Texas / Mayo 8.-
Un residente del sur de Texas aseguró hoy haber sido despedido de su trabajo por asistir al funeral de la mujer que falleció la semana pasada víctima de la influenza humana.
Abel Martínez asistió la víspera al funeral de la maestra Judy Trunnell, de 33 años, por ser amigo desde hace tiempo del esposo de la mujer, Steven Trunnell. Judy se convirtió el 3 de mayo en la segunda víctima fatal de la influenza humana en Estados Unidos.
“Judy era una hermosa persona, trabajadora, amorosa, que amaba a su familia”, dijo Martínez este viernes a la estación de televisión KGBT de Harlingen, Texas.
Martínez dijo que quienes conocieron a Judy saben que la forma en que murió no es tan importante como la forma en que vivió. Desafortunadamente, indicó, algunas personas se enfocan en lo negativo.
Aseguró que la empresa para la que trabajaba, un asilo de ancianos en Harlingen, lo despidió por asistir al funeral.
Dijo que los directivos del asilo estaban preocupados de que él se acercaría a los familiares de Judy, quienes podrían haber contraído la enfermedad. “Me dieron a elegir entre ir al funeral o mi trabajo”, indicó.
Martínez escogió ir al funeral y sostiene que por ello su supervisora lo despidió.
La supervisora le informó que estaba preocupada de que los miembros de la familia de Judy pudieran estar infectados con el virus y que él podría traerlo consigo y exponer a los ancianos residentes en el asilo.
Las autoridades de salud en Texas aseguraron que ningún familiar de Judy o amigo de la mujer fue contagiado con el virus A/H1N1. El virus, explicaron, es leve y la muerte de la mujer constituye un caso desafortunado y aislado.
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