México, D.F.-
Sentada frente a un escritorio y con una recién nacida en brazos, el contador de la empresa donde laboraba sacó una carpeta y le dijo: “A partir de este momento tú ya no trabajas para nosotros”.
Minutos antes, Liliana llegó a la cita con el hombre, en el entendido de que le entregaría una carta para inscribir a su hija en la guardería. Ella la había solicitado tres meses antes.
Sin carta, ahora ya sin prestaciones y con otro hijo esperando en casa, Liliana preguntó la razón de su despido. “Es que no te vamos a dar nada, ya no trabajas aquí y eso es todo lo que me dijeron”, fue lo único que escuchó antes de salir de esa oficina.
En mayo de 2014, dos meses antes de este episodio, comenzó el conflicto para Liliana Gómez. Un día después de dar a luz dejaron de depositarle el pago de su quincena porque la empresa tenía problemas con el IMSS; las tres semanas siguientes buscó una aclaración, pero no hubo respuesta.
Cuando por fin la reincorporaron, terminados los 42 días de licencia por maternidad, el supervisor del área donde ella trabajaba, comenzó a ignorarla.
Liliana trabajaba como siempre, pero cada quincena sólo recibía el 10% del salario que antes recibía. “Me sentía desesperada. Mi esposo acababa de perder su empleo y teníamos que comprar pañales y cosas de la escuela a mi otro hijo de 8 años. Tuvimos que irnos a vivir a la casa de los papás de mi marido”, comenta esta mujer, cuyo caso es uno más de discriminación laboral por género en el DF.
Como el de Liliana, datos del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México reflejan que de las 193 quejas atendidas durante el 2014, existen alrededor de 85 casos por despido durante el embarazo, 13 por discriminación de género y siete de discriminación por maternidad y lactancia, cuando las mujeres se reincorporan a trabajar.
Después de la campaña sobre los derechos laborales que tienen las mujeres embarazadas, realizada en noviembre del 2013 por Copred, se incrementó la denuncia por discriminación de género. Se comprobó que las empresas no sólo despedían a mujeres embarazadas, sino también a quienes pedían días de cuidado a neonatos.
“Una compañera me comentó que el supervisor dijo que me iba a correr porque según él, yo estaba embarazada”, explica Liliana.
Desde los 22 años, Liliana trabajó mediante “outsourcing” en una empresa dedicada a las ventas por televisión.
“El sueldo base, mil 500 a la quincena, más las comisiones. Pero con una falta te descontaban la mitad y con dos no tenías derecho al bono, aunque llegaras a tu meta de venta que era de 180 mil pesos”.
Antes de su despido, Liliana acudió a la Procuraduría para la Defensa del Trabajo, donde le comentaron que si no la despedían injustificadamente, la procuraduría no podía hacer nada. “Me dijo que ese tipo de empresas así se manejaban. Me sacó una cotización y me dijo que sólo me tocaban como mil pesos”.
De acuerdo con el artículo 6 de la Ley para Prevenir y Eliminar la Discriminación del Distrito Federal, queda prohibido cualquier forma de discriminación, considerando como conducta discriminatoria el condicionar, limitar o restringir las oportunidades de empleo, permanencia o ascenso laboral en razón de embarazo o discapacidad, además de convenir diferencias en la remuneración y prestaciones laborales a causa de discriminación.
Conocer las prestaciones que ofrece la empresa es el primer paso para la protección en caso de despido injustificado. Sólo se tienen 60 días para demandar en la Procuraduría de la Defensa del Trabajo y un año para acudir al Copred en caso de ser víctima de discriminación.
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